Ana Julia Quezada, la asesina confesa del menor de ocho años Gabriel Cruz en Níjar (Almería), se reunió por cuarta vez el lunes 17 de septiembre con el juez Soriano, quien instruye el caso, para conocer los delitos que se le imputan. Sin embargo, semanas antes de esta comparecencia se dirigió a dicho juez a través de una carta para cargar contra la actitud que había tenido el padre del niño, Ángel Cruz, con sus familiares.
En la carta, publicada por OKDiario, la presunta asesina se queja de los mensajes que había intercambiado el padre de la víctima con su familia que se encuentra en República Dominicana y en España. En ella se puede leer cómo se encuentra molesta por las palabras que le dedicó Ángel Cruz, que supuestamente la llamó "asesina". También añade que no le "parece bien lo que le ha dicho a mi familia" porque afirma que "quiere que me pudra en la cárcel".
Al parecer con quien más se ha puesto en contacto es con la sobrina de Ana Julia, que se encuentra en España y que por el momento es quien le ingresa "algo de dinero todos los meses para mis cosas en la cárcel".
Debido a esta situación, a través de la carta, la presunta autora del crimen ha buscado que el juez prohíba a Cruz ponerse en contacto en otras ocasiones futuras con sus familiares. "Yo a él lo entiendo perfectamente por lo que ha pasado, entiendo que esté dolido, pero que deje a mi familia tranquila, ni se ponga de ninguna manera en contacto con ellos", añadía. Cabe recordar que eran pareja cuando ya había cometido el asesinato y compartió con él cada momento en los 13 días que se buscó al niño ocultando la verdad de los hechos.
Retirada de un delito
En la cuarta vez que Ana Julia compareció ante el juez se descubrieron los delitos que se le imputan. De este modo, la presunta asesina no tuvo que declarar nada, solo escuchó que se le imputa el delito de asesinato y dos contra la integridad moral de los padres de Gabriel, pero no por detención ilegal, es decir, no será juzgada por el delito de secuestro.
Asimismo, se espera que la investigación del caso se cierre a finales del 2018, al menos así lo desea el instructor para que, si fuera de ese modo, el juicio pueda celebrarse en la Audiencia Provincial de Almería en la primavera de 2019.
Sin embargo, durante el relato de los hechos y los delitos, destacó la actitud de la acusada mientras escuchaba cómo había cometido el asesinato. En todo momento se mantuvo "seria", "altiva" e incluso a ratos en actitud "chulesca", así lo han descrito testigos del lugar al periódico El Español.
