Carne rosa. Ni blanca ni roja como hasta ahora conocíamos. Se abre ante nosotros una nueva denominación de carne que hace referencia a la carne de cordero. Pero a una carne de cordero un tanto especial.
La carne rosa "nace" como una mezcla entre la carne roja y la carne blanca y es ni más ni menos que el Ternasco de Aragón, que ha recibido el sello IGP (Indicaciones Geográficas Protegidas). Este ternasco hace referencia a un cordero especialmente cuidado y de corta edad.
Según la catedrática de producción animal María del Mar Campos, la doctora en nutrición Rocío Mateo y la nutricionista Alba M. Santaliestra-Pasías cuentan en The Conversation, "la carne de cordero puede aportar nutrientes esenciales y necesarios en nuestra dieta: tiene un alto contenido en proteína de calidad con un balance equilibrado de aminoácidos, así como alto contenido en zinc, vitaminas B6 y B12, y es fuente de vitamina B3, selenio, fósforo y potasio".
Elegir la pieza del Ternasco de Aragón correctamente
Se ha estudiado la composición nutricional de este tipo de carne utilizando cortes magros como la paletilla o la pierna y el resultado ha sido un bajo contenido graso y una alta proporción de proteínas de calidad. La pierna es la parte más magra del animal, con un contenido global de grasa que ronda el 10%, aunque el medallón de la costilla de Ternasco de Aragón solo tiene un 2,4% de grasa.
Esto se debe a que los animales son jóvenes, de menos de 3 meses de edad, y a la raza y a la alimentación basada en los cereales que reciben. Por ello y dependiendo de nuestra alimentación, sería interesante priorizar este tipo de piezas frente a otras como las costillas cuyo porcentaje de grasa es mucho mayor.
Además, también es recomendable cuidar los métodos de cocción que pueden afectar considerablemente la calidad nutricional de las carnes, escogiendo opciones a la plancha o al horno que resultan siempre más sanas y que no requieren el agregado de grasas.