El Ayuntamiento de Madrid, encabezado por Manuela Carmena (Ahora Madrid), tiene previsto continuar con la reducción de deuda y regresar a los niveles de 2004, en los inicios de la etapa de Alberto Ruiz Gallardón como alcalde de la capital, en un plazo de dos años.
La era de Gallardón fue especialmente dura para las cuentas de Madrid, cuando el soterramiento de la M-30, entre otras actuaciones, provocó que la localidad acumulase un montante de deuda superior a la suma del resto de poblaciones españolas en su totalidad.
Ahora, con las previsiones del Consistorio, se espera que la deuda quede a final del mandato en una cantidad de 2.000 millones, lo que no evitaría que la ciudad continuara liderando el déficit, pero mejoraría las previsiones diseñadas en la hoja de ruta de la exalcaldesa Ana Botella cuando abandonó el gobierno.
Con estos datos, la regidora, que procede de una confluencia entre Podemos, Ganemos e Izquierda Unida entre otros actores sociales, conseguirá reducir el montante en un 67% en tan sólo cuatro años, un total de 1.834 euros.
La política económica, dirigida por Carlos Sánchez Mato (IU), se ha basado en la reducción de costes superfluos, importantes subidas de impuestos a los grandes comercios del centro y las grandes fortunas, reducción del IBI para las rentas más bajas y subida de gasto para servicios sociales.
El aumento de ingresos ha servido para cumplir con los acreedores, por tanto, sin tocar servicios esenciales, a pesar de las exigencias del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que intentó impugnar los presupuestos al no cumplir con la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Las cuentas tampoco fueron del agrado de PP y Ciudadanos, que critican que el gobierno de la localidad paga la deuda porque no está gastando el presupuesto comprometido en el pleno. La ley le obliga a pagar la deuda, en vez de ahorrar ese dinero en las arcas municipales. Algo fundamental si la institución tiene previsto en el futuro endeudarse en los mercados. Ahora Madrid, sin embargo, no lo prometió en su programa electoral.
La reducción de la deuda no era una de las prioridades del programa con el que Ahora Madrid se presentó a las elecciones municipales, pero está ayudando a solventar un problema que la ciudad arrastraba desde hacía más de una década y que estaba poniendo en peligro gran parte de los servicios sociales y programas de la localidad.