En los últimos años, la Cabalgata de los Reyes Magos de Madrid ha acaparado multitud de titulares. Desde los polémicos y coloridos trajes que lucieron sus Majestades de Oriente en 2016, la derecha ha utilizado cualquier excusa para atacar a la alcaldesa, Manuela Carmena. Especialmente sangrante es el caso de este año tras las críticas que ha despertado la inclusión de una carroza de la diversidad por el colectivo LGTBI en la Cabalgata de Vallecas que ha despertado todo tipo de insultos y amenazas.
Pero si hay una medida en la que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para aplaudirla es en la iniciativa de ceder el palco VIP de la Cabalgata reservado a los hijos de los famosos a los menores con discapacidad o en riesgo de exclusión social. En 2016 se tomó esta medida y desde entonces se ha venido repiteindo, por lo que en 2018 volveremos a ver a los más desfavorecidos en las sillas azules de Cibeles.
Antes, la primera línea de la Cabalgata estaba ocupada por personas vinculadas a la Corona y con apellido de renombre, por lo que podíamos ver a Jaime de Marichalar acompañando a sus hijos Froilán y Victoria Federica, o a la familia Aznar al completo. No solo ellos, famosos cantantes, futbolistas o actores también estaban invitados en el palco VIP que ahora tendrá otros protagonistas.
Fue Alberto Ruiz Gallardón durante su etapa como alcalde el encargo de introducir la "tradición" de reservar los mejores asientos a los cargos públicos, nobleza y personalidades. Ana Botella, su sucesora, mantuvo esta medida y en 2015 repartió 1.205 invitaciones.
Pero Manuela Carmena tras ganar la alcaldía de Madrid, decidió que el palco VIP sería para aquellos de otro modo quedarían excluidos. Así, la zonas de fácil acceso quedan reservadas a niños con discapacidad, que podrán disfrutar de la Cabalgata de los Reyes Magos sentados y sin necesidad de hacer colas.
Medidas especiales de seguridad
Con motivo de los últimos atentados que ha sufrido Europa y especialmente Barcelona el pasado mes de agosto, España ha aumentado su seguridad especialmente de cara a grandes acontecimientos donde la afluencia de gente es mayor. Así, la seguridad de la capital se reforzó a principios de estas fiestas colocándose diversas cámaras de tráfico en distintos puntos de la ciudad y restringiendo la circulación a las furgonetas.
De cara a la Cabalgata se repetirán las medidas que se instalaron en otros multitudinarios actos de la ciudad, como el World Pride. Se aplicarán las medidas establecidas en el protocolo de grandes eventos, por lo que para poder saludar a Melchor, Gaspar y Baltasar habrá que pasar controles de acceso que incluirán registros de pertenencias.
