Quienes disfrutan bañándose 'al natural' no tendrán que esperar este verano a irse a una pequeña cala de la costa o a que su amiga les invite a su chalet con piscina. El Ayuntamiento de Manuela Carmena ha escuchado la propuesta de la Asociación para el Desarrollo del Naturismo (ADN) y autorizará la celebración del Día Sin Bañador en las piscinas municipales que así lo deseen.
Verónica Rodríguez, Directora General de Deportes del consistorio, ha ordenado enviar un documento a las Juntas de Distrito en el que se informa de la propuesta de ADN "por si les pareciera interesante autorizarlo en alguna de las piscinas de su distrito", de lo que se sobreentiende la conformidad del Ayuntamiento en caso de que así ocurriese. En concreto, acceder a las piscinas en esa fecha sin ropa no sería una obligación sino algo opcional, pudiendo dejarse el bañador.
Aunque Esperanza Aguirre ha calificado la iniciativa como uno más de los "disparates" a los que Carmena "nos tiene acostumbrados", lo cierto es que no es una invención del equipo de Ahora Madrid, sino que ya se celebró con las alcaldías del PP al frente. Durante 2002 y 2003 el primer sábado de mes de la piscina de Casa de Campo era nudista durante unas horas. En 2010 se celebró el Día Sin Bañador en la piscina de la Universidad Complutense y en la José María Cagigal y en 2015 en la de Lago como cierre de la temporada bañista. Además, existen solares naturistas en las de La Elipa y el Barrio del Pilar.
Cabe señalar que el Día Sin Bañador se celebra oficialmente el tercer domingo de cada mes de julio, que este año es el día 17. La iniciativa, no obstante, no deja de sorprender a los amantes del traje de baño, y hay una pregunta flotando en el ambiente que es imposible ignorar. Si vimos a Carmena reivindicando el Día Europeo de la Bicicleta pedaleando por las calles de la capital... ¿la veremos lucir cuerpo en el Día Sin Bañador en alguna de las piscinas madrileñas?
Londres abre su primer restaurante nudista
Aunque esta propuesta le parezca un disparate a Esperanza Aguirre, en su elogiado referente británico existen iniciativas que seguro le resultarían mucho más escandalosas. Hace tan solo unas semanas abría en Londres el primer restaurante en el que, al contrario de los establecimientos en los que hay que acudir de etiqueta, los comensales pueden decidir todo lo contrario y disfrutar de la comida sin ropa.
Lo hizo con gran éxito y una lista de espera de más de 12.000 personas. La idea es potenciar un ambiente de liberación absoluta gracias a una iluminación tenue y distintas zonas separadas por biombos de bambú, sin renunciar a un delicioso menú. Por el momento no hay iniciativas -o al menos, no son tan sonadas- en España, pero seguro que si el Día Sin Bañador es bien acogido habrá algún emprendedor que se ponga manos a la obra con esta alternativa a la restauración tradicional.
