El Ayuntamiento de Madrid, liderado por la alcaldesa Manuela Carmena (Ahora Madrid), ha conseguido liderar con diferencia el ránking de bajada de deuda en tan sólo dos años de mandato. Revierte de esta forma la anterior situación que dejó el gobierno de Alberto Ruiz Gallardón (PP), que dejó una deuda en la capital que superaba a la suma del resto de municipios de toda España.
En general, la mayoría de ciudades está cumpliendo con los deberes en cuanto a deuda. Entre las grandes capitales del país, prácticamente todas las ciudades han bajado la deuda de manera destacable, con la excepción de Murcia y Barcelona.
Sin embargo, Madrid lidera con muchísima diferencia esta bajada de deuda, que descendió en más de 1.000 millones de euros en un año. Todo ello no ha impedido que la alcaldesa haya aumentado el gasto dedicado a partidas sociales, pero reduciendo drásticamente el gasto en otros menesteres más superfluos.
La capital sigue siendo el municipio más endeudado de España, sobre todo, por las obras de soterramiento de la M-30, que dejó las cuentas completamente vacías. El punto de inflexión llegó en 2012, cuando el consistorio comenzó a reducir el gasto de manera exponencial, ya con Ana Botella en el Gobierno, y ante el aviso de las autoridades europeas, en un momento en el que planeaba sobre España la sombra del rescate.
Sin embargo, durante los dos últimos años la reducción de la deuda se ha intensificado especialmente, algo a lo que ha contribuido la llegada del Delegado de Economía, Carlos Sánchez Mato (Izquierda Unida), que ha conseguido pactar unos presupuestos que estaban bloqueados porque no contaban con la aprobación del PSOE.
Mato está consiguiendo reducir la deuda heredada del anterior equipo de Gobierno, a la vez que está aumentando el gasto destinado a partidas sociales, como las guarderías públicas (cuyas tasas han descendido exponencialmente), transporte (la EMT ha comprado 200 nuevos autobuses), la reforma del mobiliario urbano o el aumento en cheques comedor.
En todo ello influye el fin de las privatizaciones y el aumento de impuestos a las clases con mayor renta económica, así como a las grandes superficies que se sitúan en la capital, un hecho que ha llevado a algunos expertos a alertar sobre la posible pérdida de atractivo de la capital para los inversores. Sin embargo, la inversión extranjera en la capital se disparó un 42,3% durante el primer semestre de 2016, con la llegada de grandes firmas como Primark, Adidas, el desbloqueo del Edificio España.
Los expertos consideran que la deuda se podrá solucionar, antes de 2030, aunque el ritmo con el que está actuando el Consistorio podría permitir alcanzar esta meta con anterioridad.
Cristina Cifuentes (PP) aumenta la deuda un 7,6%
Mientras tanto, la situación dista mucho de ser similar en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, encabezado por la dirigente popular Cristina Cifuentes.
Según los datos que ha publicado el Banco de España, la presidenta de la región ha aumentado la deuda en un 7,6% en tan sólo un año, en concreto 2.247 millones de euros más en doce meses. Este dato ha provocado que la Comunidad de Madrid cuente con 4.573 millones de euros de deuda más que el año pasado.
Una situación muy diferente a la que actualmente se está viviendo en la capital, que está poco a poco saneando unas cuentas que partían con unas cifras muy negativas.
Una deuda heredada
En concreto, el ayuntamiento de la capital debe de pagar aún 3.465,11 millones de euros de deuda, heredada de la época de Alberto Ruiz Gallardón, que disparó el déficit en 6.000 millones de euros, cifra que se incrementó con su sucesora, Ana Botella, en 1.000 millones; aunque después inició la senda de la reducción con la que continuaría Carmena.
Las cuentas se encontraron en práctica quiebra, algo que se evidenció cuando, en 2012, la deuda del conjunto de todos los ayuntamientos españoles era de 3.000 millones de euros menos que lo que Madrid alcanzaba sola.
Unos presupuestos que no gustan en Moncloa
La política económica del Ayuntamiento de Madrid no ha contado con el visto bueno del Gobierno nacional. En marzo de 2017, el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristobal Montoro, instó al gobierno municipal a recortar 238 millones de euros por incumplir la regla de gasto, una norma que no permite a los municipios gastar más de una cantidad determinada a pesar de contar con unas cuentas saneadas. En concreto, responde al acuerdo que firmaron PP y PSOE para anteponer el pago de la deuda sobre otras cuestiones en los presupuestos públicos en 2011, una medida que obligó a modificar el artículo 135 de la Constitución.
La pugna, que ha enfrentó al Ministerio con varios ayuntamientos, a pesar de que Madrid ya había aprobado y ejecutado un presupuesto que contaba con el apoyo, también, del Partido Socialista.
Sin embargo, el titular de Economía finalmente dejó que el Ayuntamiento continuase con el presupuesto aprobado ante la imposibilidad de retornar el gasto ya ejecutado.