Carmen y Lupita Andrade lo comparten todo. Incluido el cuerpo. Con 22 años, ambas están unidas por el torso y comparten la misma pelvis, el mismo aparato reproductor y el mismo hígado. Científicamente, están definidas como gemelas parápagos, es decir, dos personas conectadas por la pelvis y una zona o la totalidad del abdomen.
Actualmente viven en Estados Unidos, donde llegaron desde México en 2002 con la esperanza de poder operarse. La cirugía, ya que involucraba un gran peligro, se desestimó y desde entonces las hermanas han hecho toda su vida juntas.
Unidas para siempre, tanto física como emocionalmente, las hermanas han afrontado con mucho ánimo y espíritu luchador su situación. "Si tuviéramos una cirugía de separación, una de nosotras moriría, las dos moriríamos o terminaríamos en terapia intensiva y nunca saldríamos", ha contado Lupita, la más callada de las dos, en una entrevista con Today.
La condición genética de ambas les ha obligado a tener que afrontar situaciones de lo más comunes como si fueran retos. Caminar requiere encontrar coordinación y equilibrio con una pierna cada una, algo que con el tiempo supieron sobrellevar.
Vida actual
Ambas viven con sus padres y familia en Connecticut. Carmen estudia enfermería veterinaria y Lupita espera poder trabajar en el mismo campo, aunque siempre le ha gustado más ser escritora. "Todavía estamos cerca de las mismas personas con las que crecimos. Lupita tiene muy buena intuición sobre las personas, así que si a ella le gustan, me gustan a mí" asegura Carmen.
Algo sorprendente es la capacidad de ambas en conocerse tan bien. No solo comparten lo físico, sino también una conexión mucho más profunda: "Puedo sentir cuando Carmen está ansiosa o a punto de llorar. Es ese mismo nudo en el estómago que siento yo", aprecia Lupita.
"Cuando teníamos casi 6 años, tuvimos una pesadilla en la que nos íbamos a caer de un avión y luego, literalmente, nos caímos de la cama. Eso solo sucedió una vez, pero podemos sentir las emociones de la otra. Eso pasa todo el tiempo", ha recordado Carmen.
Vida con pareja
Como cualquier persona, Carmen y Lupita tienen proyectos de futuro con otras personas. Aquí es donde aparece Daniel, la pareja de Carmen. Se conocieron en una app de citas en 2020 y, como es evidente, Lupita tuvo que dar el visto bueno.
"Daniel y mi hermana se llevan muy bien. Es divertido porque me quedo despierta más tarde que Lupita, pero cuando Daniel se queda a dormir, me duermo rápidamente y él se queda despierto hablando con ella", relata Carmen, que aclara que ambas comparten el sistema reproductivo.
A pesar de ello, Carmen especificó que era imposible que tuvieran hijos. Ambas tienen endometriosis y toman un bloqueador de hormonas que no les permite poder menstruar.
Las dos entienden que no es muy común el caso que les acontece, pero ante todo piden respeto: "Recibimos algunos comentarios desagradables. Mucha gente no está acostumbrada a que las personas con discapacidad pongan o creen límites cuando se trata de su discapacidad. Recibimos muchas preguntas sobre sexo, cómo vamos al baño y cosas por el estilo. Pero deben recordar: no somos solo siamesas, somos personas".