La vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática ha declarado que se gastó más de 8.500 euros en "gastos protocolarios". El dinero lo recibió de su Ministerio y fundamentalmente fue a parar a restaurantes y supermercados. El 13% de las facturas (unos mil euros) tuvieron fecha durante el primer estado de alarma, tal y como informa El Independiente.
Gracias a una petición de información a través del Portal de la Transparencia se ha podido saber que la Subsecretaría de Presidencia ha declarado que los gastos de Carmen Calvo por el desempeño de su labor como ministra durante 2020 han ascendido a 38.934,57 euros.
Gastos protocolarios
Las dos mayores cuantías corresponden a la locomoción, con 20.043 euros y al alojamiento, en el que se gastó 8.825 euros. Más de una quinta parte de los gastos totales, 8.457,61 euros, fueron a parar a "atenciones representativas", que son las que se dan para atender las obligaciones de protocolo que surjan durante el ejercicio, como comprar agua o refrescos como gesto de cortesía a invitados.
Sin embargo, Carmen Calvo parece haberse gastado ese dinero en temas más personales. La vicepresidenta hizo 169 compras en "Restauración, office y varios", que fueron justificadas por estos gastos potrocolarios en 2020. Las cantidades de las compras oscilan entre 778,78 y 1,40 euros, y en ellas se puede ver el pago de productos de alimentación, de limpieza, artículos de ferretería, prensa, flores, material de oficina y servicios de mensajería.
Corte Inglés y Mercadona
Casi la mitad del dinero fue a parar al Corte Inglés. La vicepresidenta primera gastó en total 3.698,91 euros en estos grandes almacenes. También visitó varias veces el Mercadona, donde se gastó cerca de 600 euros en 18 compras diferentes.
Estas cifras chocan con las de Pablo Iglesias, quien solo se gastó 120 euros en 2020 como ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, según datos del mismo ministerio. Esta cantidad de dinero fue a parar a la reserva de un billete de tren con motivo de un desplazamiento a Denia y Oliva, localidades en la Comunidad Valenciana, para comprobar en persona el desastre que había causado la borrasca Gloria.