Carlos Algora, uno de los solteras de 'La isla de las tentaciones', ha sido detenido por la Guardia Civil de Canarias durante un viaje con otros participantes del reality. Según recoge El Confidencial, al sevillano se le acusa de haber participado en grupo en el abuso sexual a una joven francesa el pasado 13 de febrero de 2021 en una fiesta ilegal celebrada en Colmenarejo (Madrid).
La Guardia Civil también habría detenido en Sevilla a dos amigos del tentador del programa de Telecinco, con los que supuestamente habría cometido los abusos. Son dos hombre con pareja y uno de ellos con hijos menores.
Según el relato de la presunta víctima, acusa a los detenidos de haberla forzado sexualmente en grupo aprovechándose de que estaba bebida y drogada. También apunta que, a pesar de sus reiteradas negativas, ellos no cesaron en los supuestos abusos. En la denuncia, la francesa señala que solo recuerda haber tomado una copa, por lo que cree que la drogaron para cometer los abusos.
Fiesta ilegal
Los hechos tuvieron lugar en la noche del 13 al 14 de febrero, cuando la víctima acudió junto a su compañera de piso, amiga de Carlos de 'La isla de las tentaciones', a una fiesta multitudinaria e ilegal, ya que no se cumplieron ninguna de las restricciones sanitarias impuestas debido a la pandemia del coronavirus.
La celebración arrancó en el conocido pub Tiffanys, ubicado en la calle Arce de Madrid, donde conocieron al grupo de sevillanos en el que se encontraba el tentador. Pero cuando llegó la hora del toque de queda, siguieron la fiesta en un chalet que habían alquilado en Colmenarejo, a unos 37 kilómetros de la capital. En el lugar, que habría sido alquilado por el propio Algora, no faltaba alcohol e incluso algunos de los asistentes afirman que corría la droga. También había contratado a un DJ y a varias chicas que trabajan como imagen en varias discotecas.
Durante la fiesta, los tres hombres detenidos, habrían subido a una de las habitaciones a dos chicas. Una de ellas, la amiga del tentador, ha reconocido haber accedido a mantener relaciones sexuales con los jóvenes, pero la otra, la chica francesa, no accedió y, según su versión, abusaron de ella.
La fiesta llegó a su fin cuando la Guardia Civil acudió al chalet para disolver la fiesta tras recibir el aviso del propio dueño de la casa, que la había alquilado creyendo, según le aseguraron, que se iba a tratar de un evento de presentación de un coche de lujo al que solo acudirían una docena de personas, aunque lo que se encontraron, según fuentes de la investigación, fue a medio centenar de jóvenes: "Aquello era Sodoma y Gomorra. Sin mascarillas y haciendo de todo".