El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha renunciado a presentarse como candidato a las elecciones europeas. El líder independentista se había comprometido a dar el paso con el fin de "internacionalizar" el conflicto y librar su causa política desde las instituciones europeas.
Puigdemont habría renunciado a este papel por temor a ser detenido en la Embajada al acudir para recoger sus credenciales como candidato. Según su entorno y literalmente, el expresidente espetó lo siguiente: "Tengo miedo a quedar como un mierda por no tener los cojones de ir a la embajada española a retirarlas en persona".
Tradicionalmente, los candidatos a Bruselas siempre han recogido esas credenciales en la Junta Electoral de Madrid. El fundador de la Crida per la República, sin embargo, tenía la intención de hacerlo mediante una delegación de poderes para no tener que viajar a la Península Ibérica. A pesar de todo, abandonó sus pretensiones cuando le advirtieron de que lo más probable era que le obligasen a acudir a la embajada española de Bruselas, donde podría haber sido extraditado sin mayor inconveniente.
El expresidente se encuentra en Bruselas, donde permanece en libertad porque la Justicia no se ha mostrado dispuesta a aprobar su deportación a España. Con ello, evita la situación judicial de sus socios del exGovern, que se encuentran en prisión preventiva a la espera de juicio: enfrentan penas de más de 30 años de cárcel.
"Por ser vuestro presidente merece la pena asumir el riesgo de ir a la cárcel"
El expresident de la Generalitat ha dado varios bandazos durante el último año desde que decidió proclamar la DUI e incumplir varios mandatos de la Constitución y órdenes de la Justicia.
Los gestos que han levantado más polémica han sido aquellos que han versado en contra de su discurso y que le alejan de la situación del resto de compañeros en el Palau.
De hecho, su decisión de viajar a Bélgica sin avisar a Oriol Junqueras en ningún momento, provocó un cisma entre los antiguos socios de Gobierno, que dura hasta hoy. Ambos han dejado de mantener contactos y no se dirigen la palabra.