Colombia está sumida en un caos desde que el Gobierno presidido por Iván Duque impuso una reforma tributaria y por la cual comenzaron unas protestas en su contra desde el 28 de abril. Es una reforma que afecta especialmente a la clase obrera, la cual ha salido a defenderse y contra la cual el Gobierno ha reaccionado.
Según narra este post de Instagram de @cuellilarg, dividido en dos publicaciones, múltiples personas en Colombia están alertando y pidiendo auxilio al resto del mundo porque "están desapareciendo, matando y secuestrando a nuestro pueblo" bajo la orden de Iván Duque. Ya hay notificadas 46 muertes en Colombia, y el Instituto de Estudios para la Paz asegura que 39 de ellas han sido consecuencia de la violencia policial, la cual se ha podido ver en múltiples vídeos difundidos en redes sociales.
A esto se le suma que el pasado 9 de mayo, civiles armados cargaron contra manifestantes de la minga indígena, es decir, de la resistencia autóctona, congregada en Cali, donde han surgido todas las formas de represión de Duque. Según denunció Feliciano Valencia, líder indígena y senador por el Movimiento Alternativo Indígena y Cauca, "las familias ricas de Cali, en unión con la policía, dispararon de manera indiscriminada". Estos actos ya han dejado nueve heridos en el sector de Cañas Gordas.
Así es como la policía protege a los ricos que le disparan a la Minga. pic.twitter.com/Mn1mJUGt88
— Feliciano Valencia ???? (@FelicianoValen) May 9, 2021
Ataques contra los indígenas de Colombia
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) alerta de que estos ataques por parte de colombianos ricos son "con el acompañamiento cómplice del ejército, la policía y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad)". Cali está pasando por una situación insostenible, responsabilidad de Gobierno, mientras los manifestantes se han visto obligados a defenderse de la dura represión, levantando barricadas y cerrando calles y carreteras.
Las propuestas avanzaron hasta vecindarios de clase más adinerada, quienes se vieron preocupados después de que la policía de Cali acusase a los indígenas de saqueos y vandalismo, señalándoles como terroristas. Lejos de hacer autocrítica, la reacción de Iván Duque ha sido de solicitar a los manifestantes que dejen de luchar por sus derechos "para evitar confrontaciones innecesarias". Lo cierto es que el pueblo colombiano no está por la labor de dejar de manifestarse, y menos ahora que el Gobierno ha respondido con fuertes agresiones que han derivado en asesinatos, además de las múltiples desapariciones de civiles.