En el año 2000 fue cuando la cantante Pink lanzó su primer disco en solitario, 'Can't Take Me Home', certificado con doble platino en Estados Unidos y que supuso el principio de una de las carreras más sólidas del mundo del pop rock.
A día de hoy se ha convertido en un referente en la lucha por la igualdad en el mundo de la música y contra el bullying. Además, en más de una ocasión la artista ha sido una de las cantantes mejor pagadas de la lista Forbes, con ingresos que, en 2018, superaban los 50 millones de dólares.
Sin embargo, no todo fue un camino de rosas. Y es que Alecia Beth Moore -nombre real de la cantante- ha contado en el programa '60 Minutes' cómo casi muere por sobredosis de drogas en 1995, cuando tan solo tenía 16 años, apenas unos días antes de firmar su primer contrato discográfico.
"Era punki, una malhablada. Estaba bajo mucha presión. Básicamente crecí en un hogar donde cada día mis padres se gritaban el uno al otro, se tiraban cosas. Se odiaban. Empecé a tomar droga. Y a vender droga. Descarrilé", contaba la artista.
El suceso que la marcaría para siempre
En uno de los días de esa dura etapa ocurriría algo que dejaría una huella imborrable en la vida de la cantante. Era el año 1995, día de Acción de Gracias. Lla entonces adolescente Alecia escapó para irse de fiesta. Esa noche, consumió una serie de drogas que casi le cuestan la vida. "Estaba fuera de control", recalca en la entrevista, contando que la echaron de casa y la expulsaron del colegio.
A sus 16 años tuvo una pelea con su madre que terminó con la mujer cayendo por las escaleras y recurriendo a asistencia médica. Una de las experiencias más dolorosas de la artista. "Estaba en una rave y sufrí una sobredosis. Había consumido éxtasis, polvo de ángel, cristal... Todo tipo de cosas. Luego se me fue muchísimo", relata.
Este suceso hizo que la artista cambiara radicalmente de vida para siempre. Incluso el propio DJ de la discoteca la permitió cantar. "Vuelve mañana. Te haré un hueco. Pero no puedes volver a tocar las drogas jamás", le dijeron, según recuerda. Desde ese momento, la cantante no volvió a consumir drogas. "Recuerdo a mi amigo, junto a mí, dándome una bofetada y diciéndome: 'Quieres cantar, ¿verdad?' Y yo le contesté que sí, así que me levanté y canté", afirma.
Fue entonces cuando comenzó su carrera con el grupo Choice, con el que consiguió obtener un gran éxito y posteriormente inició su carrera en solitario, llegando a ser una de las artistas más reconocidas del panorama del pop rock. "Me di cuenta de que el machete que siempre he cargado, este machete que siempre he cargado, es lo que me hace realmente buena con lo que hago hoy. Esto es lo que me hace una superviviente", reflexiona.
Esta es la primera vez que la artista habla en detalle sobre este incidente, aunque ya mencionó en 2012 su experiencia con las drogas en Entertainment Weekly: "Comprendo las adicciones. Salí de fiesta muy fuerte entre los 12 y los 15 años", apuntaba entonces la cantante, afirmando que había probado "todas las drogas de las discotecas" y que vendía "éxtasis, metanfetaminas y ketamina".