Alberto Sánchez cumple prisión preventiva por matar, descuartizar y comerse a su progenitora. La jueza de Instrucción número 53 de Madrid acordó su ingreso por un delito de homicidio con agravante de parentesco. El joven confesó el crimen en el momento de la detención, cuando la Policía acudió al domicilio familiar tras la denuncia presentrada por una amiga de María Soledad Gómez, de 66 años, después de varias semanas sin noticias suyas.
El joven de 26 años tenía orden de alejamiento de su madre a consecuecia de varias denuncias por malos tratos. Sin embargo, para que su hijo no se viera en la calle, Gómez le siguió permitiendo vivir en su casa. El apodado 'caníbal de Ventas' acumulaba hasta una docena de antecedentes policiales, la mayoría por agredir a su progenitora. Varios vecinos han confirmado la mala relación entre madre e hijo.
Sánchez se encuentra en la enfermería de la cárcel de Soto del Real. Estaría a la espera de que se le realicen informes psiquiátricos a instancias del juez encargado de la investigación. Instituciones Penitenciarias, además , ha incluido al joven en el Programa de Prevención de Suicidios (PPS) tras ser valorado por un equipo de expertos cuando ingresó en este penitenciario madrileño.
De esta manera, el 'el caníbal de Ventas' estará acompañado por un preso de apoyo que hará labores de vigilancia y si detecta alguna anomalía en su comportamiento, lo comunicaría a las autoridades pertinentes.
El crimen del 'caníbal de Ventas'
Fue el pasado 22 de febrero cuado las autoridades se personaron en la casa familiar. Cuando la policía entró al domicilio, encontró una escena dantesca. Los restos de la mujer, divididos en más de mil partes, estaban esparcidos por toda la casa, con algunos trozos metidos en tuppers mientras que la cabeza, las manos y los pies estaban dentro de diferentes cajones.
Por si esto fuera poco, los agentes hallaron algunos restos de la madre de Sánchez cocinándose en el fuego. Según apunta El Mundo, "encontraron más carne humana en el horno, por lo que se deduce que guisó diferentes platos tras diseccionar y limpiar el cadáver". Los trozos del cadáver eran tan pequeños que los investigadores consideran que el asesino usó una máquina, una radial o una picadora, para ello.
Cuando el joven confesó el brutal crimen y les mostró los restos de su madre descuartizada, varios agentes tuvieron que salir del domicilio tras haber quedado en estado de shock. "El perro y yo nos hemos ido comiendo a trocitos a mi madre", añadió el autor del crimen antes de ser detenido por la Policía como presunto autor de los hechos.