Candida Auris, conocido como el 'hongo asesino' porque su mortalidad se sitúa entre el 30% y el 70% porque sus posibilidades de tratamiento se ven reducidas ante la resistencias a antibióticos u otros tratamientos, se está extendiendo de manera considerable.
Las alarmas han saltado en los últimos días como consecuencia del ingreso de un paciente en el hospital italiano Angelo de Mestre. De este último se conoce que estuvo hospitalizado fuera de Italia y parece que fue allí donde contrajo el hongo.
Más allá del paciente, crece la preocupación entre expertos como consecuencia de que todo indica el calentamiento global parece posicionarse como uno de los factores claves en la difusión de este hongo, según un estudio publicado en la revista médica mBio. Esta investigación indica que este tipo de Candida ha adaptado su capacidad de supervivencia a las altas temperaturas y por ello está aumentando su capacidad de propagación.
Por qué hay que prestar atención a la Candida Auris
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) explica los cinco motivos por los que la Candida Auris representa un problema para la salud pública.
- Causa infecciones graves: Este hongo puede causar infecciones invasoras sanguíneas y de otros tipos, especialmente en pacientes que están internados en hospitales y residencias de ancianos y que padecen múltiples problemas médicos. La mortalidad asciende a más de un tercio en el primer mes de diagnóstico. A los tres meses, muere la mitad de ellos.
- Es multirresistente con frecuencia: Los medicamentos antibióticos que comúnmente se usan para tratar otras infecciones por Candida con frecuencia no tienen efecto en la Auris. De hecho, algunas de sus cepas son resistentes a las tres clases principales de fármacos antibióticos, lo que provoca que no se puedan tratar y aumenta la mortalidad.
- Se está propagando: La cantidad de casos ha aumentado rápidamente desde que se descubrió este hongo en 2009 en Japón en la muestra de oído de una mujer, aunque el más antiguo conocido se remonta a 1996. Los primeros brotes europeos conocidos se produjeron en 2015 en Francia y, desde entonces, los casos no han parado de crecer, llegando a 50 países.
- Dificultades de diagnóstico: La Candida Auris tene difícil diagnóstico, ya que se puede confundir fácilmente con otros hongos y es necesario emplear métodos especializados para asegurar su correcta identificación, lo que es esencial para prevenir brotes.
- Puede propagarse rápidamente y causar brotes: La Candida Auris puede transmitirse en los entornos de atención médica y causar brotes al igual que ocurre con las bacterias multirrestistentes. Otro de los problemas es que puede permanecer en los pacientes durante muchos meses, así como perdurar en el ambiente y resistir algunos desinfectantes.
