La revista Lung Cancer ha hecho público el caso de una mujer que murió en 2017 a causa de un cáncer que desarrolló tras un trasplante de pulmones de una fumadora de Francia. La paciente, que sufría de fibrosis quística desde su niñez, se sometió en 2015 a la operación por el deterioro de sus funciones respiratorias.
"Según la base de datos de donantes, los pulmones trasplantados pertenecían a una mujer de 57 años que había fumado un paquete de cigarrillos diario durante 30 años", confirma este estudio realizado por oncólogos del hospital universitario de Montpellier. Aún así, no hubo anomalías en los órganos de la donante en el momento de su muerte.
"El breve plazo entre el trasplante de pulmones y la aparición de la primera anomalía radiológica sugiere que la carcinogénesis comenzó en la vida de la donante", añaden los autores del estudio, y es que entre el trasplante y la aparición del cáncer sólo pasaron dos años. La paciente fue ingresada en la unidad oncológica del hospital de Montpellier pero dos meses después murió.
Los síntomas, que corresponden a los del cáncer causado por el tabaquismo, fueron acelerándose por culpa de los tratamientos inmunosupresores que se le dieron a la paciente para evitar el rechazo del trasplante.
Precaución con los pulmones de fumadores
Aunque el trasplante fue todo un éxito y el postoperatorio reveló la mejoría de la paciente, el cáncer surgió repentinamente, por lo que el doctor Jean-Louis Pujol y sus compañeros sugieren "que los trasplantes de donantes fumadores sean tratados con precaución".
Siempre se han rechazado los órganos de donantes con antecedentes de cáncer, pero la publicación de este estudio se ha hecho para evitar futuros casos similares en los que se reciban pulmones de fumadores. Aunque no se les detecte cáncer a los donantes, los pulmones de fumadores podrían derivar en problemas como éste.
