La cantidad de españolas que acaba descubriendo a lo largo de su vida que tiene cáncer de mama es de una de cada ocho. Este tumor es el tipo de cáncer más frecuente en España y sigue aumentando sus cifras.
Un aumento en el número de afectadas
En 2015 fueron diagnosticadas con este cáncer 27.747 mujeres, el 30% del total de los tumores femeninos y una cifra mucho mayor que hace diez años, en que diagnosticaron 16.000 casos.
Las razones de este aumento son, entre otras, la mejora en técnicas de detección de la enfermedad, el envejecimiento y crecimineto de la esperanza de vida de la población y el sedentarismo y hábitos de vida poco saludables.
El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha declarado que un tercio de los tumores podrían evitarse tomando medida preventivas: practicar ejercicio regular, evitar el alcohol y el tabaco y no ganar peso.
Aunque es verdad que cada vez son más los tumores que se detectan, también es mayor el ritmo al que se decubren nuevas formas de tratarlos y curarlos, especialmente en el caso del cáncer de mama.
Menor mortalidad
A pesar del incremento en el número de casos detectados, cada vez es mayor la supervivencia. Hace 40 años la supervivencia al cáncer de mama era de un 75% y actualmente ha subido hasta un 95%.
Así podemos decir que aunque los casos van en aumento, la mortalidad desciende cada vez más. En 2014 el cáncer de mama se llevó 6.213 vidas en nuestro país, cuando el orden de tumores que más vidas se cobraon fue: cáncer de pulmón, cáncer colorrectal y cáncer de páncreas.
En el caso de los que más mortalidad provocaron en las mujeres, fueron: cáncer de mama, cáncer de colon, cáncer de pulmón, cáncer de páncreas, cáncer de estómago, cáncer de útero y cáncer de ovario.
La causa del descenso de la mortalidad, en el cáncer de mama se debe a que se está detectando de forma mucho más precoz y que se ha avanzado mucho en cuanto a tratamiento.
Los avances médicos
Hoy en día se puede concer de forma muy detallada cómo es cada tipo de tumor y además tratarlo individualmente, centrándose en el caso de cada persona. Aunque aún no hay una cura exacta, se ha avanzado mucho incluso en el tratamiento de un estado avanzado de la enfermedad.
En el último congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado en Madrid el pasado septiembre, se presentaron avances en este campo, que prometen traer cambios importantes en la curación de los tumores.
El MONARCH-3 fue uno de los estudios presentados, una investigación que se encuentra en la fase III y que propone el uso de un nuevo medicamento, el abemaciclib (Lilly).
Según el estudio, el medicamento es capaz de reducir el riesgo de las recaídas en un 46% si se combina con hormonas y está dirigido a mujeres postmenopáusicas con enfermedad avanzada, receptores hormonales positivos en la superficie de las células y que no tienen la proteína HER2.
También para el mismo propósito se aprobó en verano la combinación de ribociclib (Novartis) con un inhibidor de la aromatasa para tratar estados avanzados del cáncer.
Está claro que el futuro de la lucha contra el cáncer está en la investigación. Y según dijo el presidente de la ESMO, se pronostica un futuro luminoso contra el cáncer si los avances científicos siguen aliándose y se refuerza la prevención.