Como Dorothy caminando por el camino de baldosas amarillas para volver a casa, varios miembros de la tripulación Exploration Vessel Nautilus siguieron este camino hasta llegar a un hallazgo sorprendente.
Según cuentan en su página web, la tripulación detectó hace apenas unos días lo que parecía "un lecho de lago seco" tras alcanzar la cima del monte submarino Nutka. Fue entonces cuando decidieron analizar detenidamente el terreno y encontraron este curioso camino de baldosas.
'El Mago de Oz' en el lecho submarino
Como si de una película se tratase, este famoso camino se encuentra concretamente en el interior del Monumento Nacional Marino Papahãnaumokuakea, en Hawái. Su descubrimiento sorprendió enormemente a los científicos, no solo porque tiene una configuración geológica impropia de estas profundidades, sino porque es una pieza clave para entender mejor la "geología oculta" de la Tierra.
Tras analizarlo detenidamente, el equipo de Nautilus llegó a la conclusión de que se trataba un flujo fracturado de roca de hialoclastita. Este tipo de ropa volcánica se forma cuando hay erupciones de alta energía, dividiéndose en estos fragmentos que parecen baldosas.
"Es posible que se hayan formado costras de ferromanganeso gruesas en las superficies rocosas expuestas, especialmente en los flancos de los montes submarinos donde la sedimentación es mínima", contaban en su página web.
¿Hecho por el ser humano?
A los científicos les llamó especialmente la atención el curioso patrón que seguían las baldosas marinas. ¿Podría estar hecho entonces por el ser humano? Su similitud con las calzadas romanas llevó a pensar incluso en la leyenda de la Atlántida.
Por desgracia, no parece que sea esa la explicación, ya que los investigadores geológicos han confirmado que es posible fracturar una roca de esta manera tan uniforme, sin necesidad de intervención humana.
"Las fracturas únicas de 90 grados probablemente estén relacionadas con el estrés por calentamiento y enfriamiento de las múltiples erupciones que han tenido lugar en esta zona", justificaban sobre esta curiosa formación.
Solo hay 3% investigado de este Monumento Nacional Marino
Este asombroso descubrimiento ha permitido a los científicos recolectar todo tipo de muestras para ayudar a determinar tanto el origen geológico como la edad de los montes submarinos. Esto ayudará enormemente a comprender mejor la formación de las islas al noroeste de Hawái.
No obstante, aún queda mucho por explorar del Monumento Nacional Marino de Papahãnaumokuakea. Es una de las áreas marinas de conservación más grandes en todo el mundo. Tanto es así que a día de hoy solo hay un 3% investigado de la superficie.
El océano es uno de los mayores misterios para el ser humano. Su inmensidad y riqueza mineral, animal y vegetal lo hacen único. Además, es uno de los ecosistemas más complejos de explorar por la gran inversión que requieren sus equipos. Pero con hallazgos y siguiendo "el camino de baldosas amarillas" conseguiremos conocer cada día un poco más el mundo marino.