El método de votación de Eurovisión llevaba similar prácticamente desde la llegada de las semifinales allá por el año 2004. Con ligeros cambios casi siempre inadvertidos por la gran audiencia, lo cierto es que el modelo clásico de un 'mix' de jurado y televoto les había generado más de un problema, sobre todo el año pasado, cuando varios países decidían intercambiarse las máximas votaciones entre ellos para asegurarse el pase a la gran final. En este lío, finalmente la UER tuvo que establecer los votos de sus jurados a través de un baremo estadístico, así como sancionar a los diversos países que buscaban claramente desvirtuar la competición en su propio beneficio.
Algún cambio iba a haber por el camino, lo que no se esperaba es que llegara prácticamente tras la primera reunión del Grupo de Referencia de la UER en Liverpool tras conocer la sede de Eurovisión 2023. Los cambios buscan dar más poder al público y abrir el certamen fuera de Europa. Te cuento los cambios uno a uno:
Solo televoto en las semifinales
El fin de los jurados en las semifinales parece obedecer a evitar esos tratos de favor entre delegaciones que pueden adulterar el concurso. Desde 2009 las votaciones se realizaban con un 'mix' de jurado y televoto, ofreciéndose en la gala a los diez clasificados de cada semifinal, sin ofrecer ningún dato estadístico de reparto de puntuaciones.
Ahora, a nivel televisivo el proceso será el mismo, aunque todo recaerá en el poder de la audiencia que le toque votar en cada semifinal. El miedo residirá en esas candidaturas de un toque más tradicional o elevado, que podrán quedarse fuera de competición al recaer todo el peso en un televoto normalmente más proclive hacia el tema más movido o comercial. Veremos el avance.
Un televoto para 'el resto del mundo'
Otra de las novedades salidas de la reunión del Grupo de Referencia de la UER es la de añadir doce puntos de televoto más a la final, procedente de un compendio de votos recibidos desde países que no participan en Eurovisión.
No es una novedad que la UER busca ampliar y expandir la marca Eurovisión a todo el mundo, iniciando festivales hermanos en USA, Canadá o Latinoamérica en pasados años o que están en proceso de desarrollo. Ahora, añadir una votación más, que solo será legitimada a través de una app y con una tarjeta de crédito del país en cuestión, es un paso más para atraer a gente de todo el mundo al formato, así como darle aire al festival incentivando la expansión internacional.
'Doble televoto' en caso de irregularidad
Lo cierto es que la pérdida del jurado en las semifinales podría haberse evitado si los países que realizaron irregularidades en 2022 hubieran sido sancionados con severidad. Pues bien, de cara a 2023, sí se recoge una sanción al respecto en el momento de ver algún tipo de asunto raro en los votos del jurado de un país en la final.
Y es que la UER se guardará la posibilidad de declarar nulo a ese jurado, así como duplicar el televoto (58x2) para garantizar un reparto justo de puntuaciones, evitando las estimaciones estadísticas usadas el año pasado, que podían resultar poco representativos. Sin embargo, en caso de fallar el televoto, la UER sí recurrirá a un resultado basado en los votos de países con registros de votación similares, no dando la posibilidad de duplicar el fallo del jurado.
La final, sí tendrá jurado
De cara a la competencia del sábado, Eurovisión sí contará con su clásico jurado como de costumbre. Buscando, en palabras de su Supervisor Ejecutivo, Martin Osterdahl, "evaluar el sábado las canciones según los criterios más amplios posibles", se mantendrá ese aspecto junto al de "viajar por toda Europa y Australia para acumular puntos y garantizar una emocionante secuencia de votación".
El Grupo de Trabajo nacido tras la polémica de los jurados amañados en 2022 lleva reunido desde entonces, y han llegado a estas conclusiones. Considerando que habrá un televoto global, es importante resaltar como el público seguirá siendo más decisivo en la final, ya que se contará con 38 televotos por 37 jurados profesionales, una proporción del 50,6% frente a un 49,4%.
Desde luego lo que queda claro es que la UER sigue avanzando en un paquete sustancial de cambios para dar un giro completo a un festival que se adapte a nuevos públicos, nuevas plataformas y nuevos formatos televisivos. El darle más peso a la audiencia para incentivar aumentos de audiencias y evitar escándalos ha sido el primer paso.
