Uno de los habitantes de Gales está dando de qué hablar debido a su peculiar historia. Se trata de Gwilym Pugh, un chico al que, según describe en su perfil de Instagram, no le gustan las limitaciones. Y lo hemos podido comprobar, después del gran cambio físico que ha dado, lo que le ha llevado a ser uno de los personajes de los que más se hablan en tierras británicas.
Lo cierto es qye Pugh ha conseguido vencer sus miedos, recuperar la confianza en sí mismo y mostrar al mundo que realmente el aspecto físico, es solo eso, aspecto. Con tesón, paciencia y constancia, consiguió sus objetivos. No solo el exterior, sino que también le ha cambiado completamente la perspectiva que tenía sobre su vida.
La vida de este joven galés ha estado marcada por la baja autoestima y timidez. A sus 28 años, Gwilym Pugh pesaba casi 130 kilos. Se dio cuenta de que no podía seguir así, sin embargo, reconoce que la vida que llevaba no era muy saludable. Su puesto deasesor de seguros desde su propia casa prácticamente le obligaba a llevar una mala alimentación y una vida sedentaria. Además, debido a una lesión en la rodilla estaba condicionado a no poder entrenar ni hacer deporte.
Una vida activa, el único secreto detrás de su éxito
El primer paso para él fue dejar su trabajo. El cambio empezó siendo duro, pero no se lamenta de ello, porque no le hacía feliz. Si bien había cosechado éxito profesional al frente de su puesto, el resto de aspectos de su vida no le motivaban en absoluto y cada vez iba a peor. "Trabajaba doce horas al día, estaba lleno de lesiones y no podía hacer nada. El negocio iba bien pero decidí que tenía que tomar las riendas de mi vida si quería estar sano otra vez", confiesa el chico ante el diario digital Wales Online.
Como cualquier proceso nutricional, siguió un ritmo lento pero finalmente resultó productivo. Comenzó perdiendo 40 kilos, todo gracias a tener un poco de fuerza de voluntad, hacer ejercicio y limitar su dieta. Lo hizo a lo largo de cinco años, según cuenta, andando y estando activo a lo largo de su rutina diaria. "Esa ha sido la clave", apuntaba.
Con el objetivo de seguir adelante con esa intensa actividad a lo largo de su día a día, comenzó a tocar en una banda musical junto a un allegado. Su estilo era el folk country, razón por la que se dejó crecer la barba siguiendo la recomendación de su peluquero cuando este se enteró del proyecto. Todo ello le valió para convertirse en el hombre que es hoy en día, cuyo físico es digno de una película sobre vikingos.
Todo ello en su conjunto le abrió las puertas del mundo de la moda a nivel internacional. Comenzó a subir a Instagram las pruebas de su impactante transformación y las ofertas no tardaron en aparecer. Llama la atención, su aspecto no es nada común y es por ello que las firmas se pelean por él. En primer lugar apareció una agencia de modelaje que quería contar con él para dos reportajes protagonizados por modelos pelirrojos. Dicho y hecho. De Cardiff a Nueva York o California, ahora es habitual de marcas como Vans o Diesel. Incluso ha trabajado con el mismísimo David Beckham.
Además de este oficio u oportunidad, se ha querido abrir puertas en el mundo de la fotografía y así lo demuestra en sus perfiles activos en redes sociales. Se recorre el mundo en busca de aventuras. "Ahora soy feliz y estoy más sano de lo que nunca creí posible, haciendo cosas que ni se me habían pasado por la mente o que ni habría soñado", señalaba, animando a todos aquellos a cumplir sus sueños y metas, para ello "lo más importe es ser constante con lo que haces".