El planeta está sufriendo una época de fenomenos meteorológicos extremos: olas de calor, inundaciones, sequías, tormentas, y muchos otros que se irán intensificando con el tiempo. Además, los países mediterráneos, España entre ellos, serán de los que más sufriran las consecuencias del cambio climático.
En nuestro país se está registrando ya un aumento en las temperaturas máximas y menor nivel de precipitaciones, algo que ha provocado la disminución del caudal de los ríos y ha producido un grave aumento de la sequía, que ya es crónica en casi todo el país.
El grave aumento de la sequía
Ya hemos empezado el nuevo año hidrológico, que va desde el 1 de octubre de este año hasta el 30 de septiembre de 2018, y las predicciones no son buenas. De momento se han acumulado únicamente el 3% de las lluvias normales para estos primeros 10 días.
Esto quiere decir, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología, que la falta de precipitaciones acumulada hasta el momento es del 97%, unos valores para los que se toma de referencia el periodo 1981-2010.
Si esta escasez de precipitaciones continua y, como consecuencia, las sequías se mantienen, el Gobierno ha anunciado que no descarta en 2018 tener que imponer restricciones en el uso del agua. Un abastecimiento que solo está asegurado hasta finales de año.
No son pocos los problemas que están derivando de esta falta de agua, como que a Galicia hayan tenido que llegar camiones cisterna, en Murcia se esté desalando más agua que nunca o que el trasvalso del Tajo lleve paralizado desde Mayo. El estado de los embalses roza la alerta.
Otro problema derivado de la falta de agua es la incapacidad de generar la energia hidroelécrita que se tenía prevista, que se ha visto reducida a un 58% de la esperada y además supone que las reservas para generar energía son un 68% de las disponibles el pasado año.
Además no hay una forma clara de solucionarlo, entrando en un bucle contra la tierra: el cambio climático provoca sequía, la sequía afecta a la producción de energías renovables que tiene que suplirse quemando carbón y gas, esto genera mucho CO2 y aumenta el efecto invernadero, que es de los peores enemigos del cambio climático.
Unas temperaturas inusualmente altas
Además, las precipitaciones no son lo único que se ha visto afectado por este cambio climático, también lo han sido las temperaturas, hasta el punto de llegar al record de temperatura más alta documentada en el país este verano.
Ayer se batió el récord histórico de calor en España, con 47.3 °C en Montoro. Así son los veranos que nos trae el #cambioclimáticopic.twitter.com/MWkSLiKZmR
— WWF España (@WWFespana) July 14, 2017
Tomando otra vez como referencia el periodo 1981-2010, se han superado en octubre muchos récords en cuanto a altas temperaturas se refiere, llegando en zonas como Galicia a valores muy poco normales para esta época del año.