Cada vez que toca cambiar la hora para ajustarnos al horario de invierno o de verano surge el mismo debate. Aunque muchos se ajustan a este cambio de forma rutinaria, existe evidencia científica que sugiere que el cambio de hora puede tener efectos negativos en nuestra salud.
El horario de verano fue originalmente introducido durante la Primera Guerra Mundial en Alemania para ahorrar energía durante las noches. Hoy en día, cerca de un tercio de la población mundial experimenta este cambio de hora, principalmente en la mayoría de los países europeos.
Sin embargo, algunos expertos plantean preguntas sobre la necesidad y la conveniencia de esta práctica. La Asociación Médica Estadounidense ha afirmado que los cambios de hora pueden tener un impacto negativo significativo en nuestra salud, incluso llegando a afirmar que podría estar "matándonos".
Entre los efectos adversos se incluyen dificultades para conciliar el sueño, aumento del estrés, y cambios en los hábitos alimenticios. Estas afirmaciones no son casuales, sino que se basan en investigaciones científicas que demuestran la influencia directa y perjudicial del cambio de hora en nuestro bienestar diario.
Afecciones cardiacas
La respuesta en base a los datos obtenidos por la Asociación Médica Estadounidense aseguran que los lunes después de que el horario de verano entre en vigor, en EEUU se produce un aumento de en torno al 24% en ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares de personas que acuden a los hospitales.
Este escenario podría ser casualidad, pero los médicos sostienen que nada más lejos de la realidad, y afirman que de igual manera, cuando se regresa al horario de invierno, estas afecciones cardíacas se reducen en un 21% al día siguiente y aseguran que esto es así gracias a que casi todo el mundo puede descansar un hora más.
Por su parte, en Finlandia, muchos investigadores han asegurado que se produce un aumento de un 8% en accidentes cardiovasculares también el día posterior al adelanto de la hora. Evidentemente, no está clara la explicación de por qué puede ocurrir esto, pero es un fenómeno que se repite año a año y por el que ya se ha establecido una tendencia muy clara.
Uno de los motivos lo achacan precisamente a los trastornos del sueño, que junto al inicio de semana y con ello, el aumento de estrés, puede provocar este tipo de situaciones.
Más accidentes de tráfico
Los cambios de hora también se han relacionado con un mayor número de errores al volante, provocando un aumento en los accidentes de tráfico. Un estudio que analizó más de 700.000 accidentes entre 1990 y 2017 reveló un incremento del 6% en los choques durante la primera semana tras el cambio al horario de verano.
Varias razones podrían explicar este fenómeno, como la falta de sueño que experimentan muchos conductores durante los primeros días de cambio, así como la disminución de la luz natural, lo que hace que los peatones sean más vulnerables al no detectar las amenazas en la oscuridad.