El año de la posible independencia de Quebec fue 1995, pero ganó el 'no'. Algo similar ocurrió en 2014 en Esocia. Por su parte, 2016 fue el año del 'Brexit'. A la espera de lo que ocurra en 2017 en Cataluña, les ha salido un inesperado competidor para ganarse el protagonismo de los referendos de independencia este año: California. Ya se ha puesto en marcha el "procés" versión estadounidense. Aunque en este caso el movimiento se denomina "Yes, California".
El año pasado ya abrieron una embajada en Rusia y presentaron ante el fiscal general del estado una propuesta de votación de independencia, apelando al artículo 2 de la Constitución del Estado de California: "El poder político está inherentemente en la gente. El gobierno se funda para su protección, seguridad y beneficio, y ellos tienen el derecho de alterarlo o reformarlo cuando el bien público así lo requiera". El punto de mira para el 'Calexit': 2019.
Y el primer paso ya está dado: La secretaría de Estado de California ha dado luz verde para que comiencen a recogerse las casi 600.000 firmas necesarias para la celebración del plebiscito. Tienen hasta el 25 de julio. Pero la organización, tras la victoria de Trump, es optimista, y espera recaudar hasta 1 millón de firmas. Y es que California, estado históricamente demócrata, se ha visto sacudido tras la victoria del ultraderechista, y los movimientos pro-independencia han aumentado considerablemente desde las pasadas elecciones.
Sin embargo, aún deben superar varios escollos en el camino. Uno de ellos lo conocen bien los independentistas catalanes: la Constitución de California estipula que ésta es "parte inseparable de EEUU" en el artículo 3 y que la constitución estadounidense es la "ley suprema". Además, dicha medida, para ser aprobada, necesitaría del consenso de los estados que conforman el país. Todo ello en el hipotético (y, seamos honestos, complicado) escenario de que el plebiscito arrojara un 'sí' de los californianos a la independencia.
Todo ello no rebaja los ánimos de los independentistas, y el vicepresidente de 'Yes, California' declaró que "si lo celebráramos hoy, tendríamos los votos", ya que "EE.UU. ya odia a California, y EE.UU. vota sobre las emociones". Y lo cierto es que, aunque parece una anécdota más del país de las extravagancias (California, al contrario que Texas, apenas tiene una historia de lucha por la independencia desde que se anexionara a EEUU en el s.XIX), los números sonríen a los secesionistas: En menos de 3 años, el apoyo a la independencia ha crecido desde el 20% de 2014 hasta el 32% que anunciaba el pasado 24 de enero una encuesta de Reuters/Ipsos.
Si todos los pasos se van dando correctamente, el camino que se inició en 2016 y comenzó en 2017 a andar puede tener su final muy cerca: un referéndum de autodeterminación en 2019. ¿Nos hallaremos para entonces ante la República de California? Juan Pablo Albán, portavoz de Yes California Independence Campaign responde: "Hace dos años la probabilidad de que Trump fuera presidente era mínima. Hoy estamos aquí".