En pleno invierno, todos sufrimos los males del frío. Esa tiritona que nos perturba, ese moquillo que nos inquieta, esa gripe que nos deja con la misma cara que Lindsay Lohan tras una 'noche de tranquis'...
El frío es horrible, por mucho que os encante. Y si ya estamos acostumbrados a vestir bufanda, guantes, gorro... ¡¿por qué no ibamos a hacernos con calentador de pene?! ¡Es la mejor idea de este mundo y por fin está entre nostros!
Como léeis. No podíamos ser más felices. Aquello de 'congelarse los güitos' ha pasado a los anales de la historia, al pasado... ¡bienvenidos a una nueva era!
El susodicho se diseñó, en un principio, para cuidar los genitales de la corona. Uno de los primeros en recibirlo fue el Príncipe de Gales en 1991, con el fin de garantizar su descendencia en las épocas más gélidas.
La llegada del siglo XXI ha permitido que podamos contar con el 'mismísimo' como cualquier monarca que se precie, lo cual podríamos agradecer en plena era de desigualdades en la que nos encontramos tras esa crisis económica que no ha afectado a las clases más altas.
Con forma fálica, los calentadores de pene cuentan con tejido de lana, ideal para que la comodidad de las partes íntimas del varón queden libres de roces, incomodidades y daños. Esto último es broma.
Para evitar falta de higiene, cuentan además con un orificio de salida para que la orina no impregne la lana. Aquello de acudir al baño sin quitarnos este guante de pene, quizás, sea otra cosa que deberíamos valorar en nuestra mente.
Si llegados a este punto del artículo os sentís especialmente motivados para calentar vuestro mejor amigo a base de lana, podéis estar contentos. Algunas webs como Amazon o Etsy ya lo ofrecen al módico precio de siete euros.
Podéis disfrutarlo de todo tipo de colores y aspectos, incluida una versión especial de los Minions, ideal para que cumplas con todas tus marginalidades y perversiones tengas el pene calentito.
Por tanto, a partir de ahora podrás ser la persona más feliz del mundo: ¡Tu pene no volverá a pasar frío!