Denunciar la brecha de salarios que existe en el mercado laboral. Con esa premisa, el restaurante vegano 'Handsome Her: un espacio hecho por y para mujeres' de Melbourne ha hecho honor a su nombre y ha lanzado toda una serie de medidas con las que denunciar la discriminación a la que ellas se enfrentan en prácticamente todos los países del mundo.
La medida más polémica se centra en el precio del café: un 18% más caro para ellos, con la excusa de una denominada como 'the man tax', en español, "impuesto para hombres". Exactamente la diferencia de sueldo entre hombres y mujeres por desempeñar el mismo puesto de trabajo.
Pero no es la única medida polémica. El local ha anunciado una serie de reglas de obligado cumplimiento en su perfil de Twitter:
Would LOVE everyones thoughts on this. My friends cafe in #Brunswick, Handsom Her - is for women by women AND an has a 18% gender tax! pic.twitter.com/tVSX3PO4q8
— Paige Cardona (@paigecardona) 3 de agosto de 2017
Regla 1: Las mujeres tienen prioridad para sentarse.
Regla 2: Los hombres pagan un 18% más por el café para denunicar la brecha salarial de género (en 2016) que será donado a asociaciones que trabajen para las mujeres.
Regla 3: El respeto debe ser mutuo.
La normativa, como no podía ser de otra forma, se ha convertido en viral rápidamente y ha despertado muchas críticas entre algunos sectores que consideran que es discriminatoria contra los varones.
En medio de todo este revuelo, la dueña del establecimiento ha tenido que lanzar un comunicado en Facebook en el que asegura que la medida sólo entra en vigor durante un día a la semana y que el dinero extra que gana con ese 'impuesto para hombres' se dedica para varias ONG's que abogan por la igualdad de las mujeres en Australia.
Además, ha asegurado que la mayoría de hombres que han acudido a tomar el café le han felicitado por la iniciativa y han pagado el suplemento sin quejarse en ningún momento.
Brecha salarial
Nuestro país cuenta con una legislación que debería, en teoría, prohibir la existencia de la brecha salarial. La Constitución Española, en su artículo 14 que ningún español puede ser discriminado por "alguna razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condicion o circunstancia personal o social".
Junto a ello, el artículo 4.2 C) del Estatuto de los Trabajadores señala como derecho laboral básico el derecho "a no ser discriminados para el empleo, o una vez empleados, por razones de sexo, estado civil, por la edad dentro de los límites marcados por esta ley, raza, condición social, ideas religiosas o políticas, afiliación o no a un sindicato, así como por razón de lengua, dentro del Estado español".
Sin embargo, hay que reconocerlo. Todo ello queda en papel mojado cuando descubrimos que en España una mujer cobra, de media, seis mil euros menos al año que un hombre por desempeñar el mismo trabajo, tal y como denuncia UGT. O que dicha brecha se ha aumentado de manera importante durante los duros años de la crisis.
Mientras tanto, nuestro país se encontraba en 2015 en el puesto 102 de 145 en cuanto a la diferencia de salarios entre hombres y mujeres. Aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar la igualdad en el trabajo en España.