El programa de televisión pakistaní 'Neo-News' está en posesión de la que sería la exclusiva del año, de ser cierta: Donald Trump no nació en EEUU, sino en Pakistán, recoge el periódico ABC. El telediario pakistaní asegura que Trump nació con el nombre de Dawood Ibrahim Khan en la región de Waziristán, una zona de Pakistán controlada en la actualidad por los talibanes. Los verdaderos padres de Dawood/Donald habrían muerto en un accidente de coche y un capitán del ejército inglés se llevó al pequeño a Londres, lugar donde la familia de Trump lo adoptó y lo llevó a Estados Unidos.
Para dar más credibilidad a la historia, la televisión aportó "pruebas" gráficas: una foto de un niño rubio vestido con ropas tradicionales pakistaníes.
Si esto se confirmara (aunque con esas pruebas, está claro que la acusación es cierta) Donald Trump no podría ser presidente de EEUU, puesto que uno de los requisitos para el puesto es ser ciudadano estadounidense por nacimiento.
Trump prueba de su propia medicina
Pero Trump es el primero que sabe que la ciudadanía estadounidense de nacimiento es requisito fundamental para ser presidente del país norteamericano, puesto que es precisamente el argumento que utilizó para intentar que Obama fuera destituido. Trump acusó a Obama de haber nacido en Kenia en vez de en Hawaii. El presidente saliente de EEUU se vio obligado a hacer público su certificado de nacimiento, que probaba que nació en el estado de Hawaii en 1961, pero este documento no fue suficiente para Trump: afirmó entonces que el certificado de nacimiento era falso y continuó con una campaña de desprestigio hacia Obama que duró cinco años.
Trump reconoció finalmente en septiembre de 2016 que el presidente Obama nació en Estados Unidos, pero no aclaró qué es lo que le hizo cambiar de opinión. ¿Podría ser que Trump ya estuviera al tanto de los rumores de que él mismo no era ciudadano estadounidense de nacimiento y quisiera que la población se centrara en otro tema? ¿Será verdad que Trump ha cometido el mismo fraude del que acusaba a Obama? Vale, probablemente no. Pero eso sí que sería un giro sorprendente en los acontecimientos, y no la victoria de Trump en las elecciones.
Mentiras que pueden dañar seriamente la imagen de personajes públicos
Pero en la guerra por la Casa Blanca librada en EEUU no se afecta solo a los candidatos, sino a instituciones tan importantes como la Iglesia católica. En una falsa noticia que corrió como la pólvora en Facebook, se afirmaba que el Papa Francisco había redactado un comunicado en el que informaba de su apoyo público a Trump para la presidencia de EEUU.
También hubo noticias falsas que dejaban en muy mal lugar al presidente electo, como una foto en la que aparecían unas supuestas declaraciones de Trump a la revista People en 1998 en las que criticaba a los republicanos: "Si presentara mi candidatura a presidente, me presentaría como republicano. Los republicanos son el grupo de votantes más estúpidos del país. Se creen cualquier cosa que aparezca en 'Fox News'. Podría mentir y se lo creerían. Apuesto a que mis cifras serían fantásticas". Estas declaraciones eran falsas, pero se compartieron a tutiplén.
¿Es culpa de las redes sociales?
El impacto en las redes sociales es absolutamente decisivo en las campañas electorales: según el Pew Research Center, el 44% de los estadounidenses se informa a través de Facebook. Por eso, no es de extrañar que Donald Trump invirtiera 56 millones de dólares en su campaña en redes sociales. Pero en las redes circulan noticias falsas a la misma o a mayor velocidad que las verdaderas, y esto puede ser peligroso. De hecho, el equipo de Hillary Clinton está acusando a los bulos difundidos en redes sociales de su derrota en las elecciones.
Pero Mark Zuckerberg ha salido en defensa de Facebook afirmando que los votantes "toman sus propias decisiones" y que el resultado electoral no es culpa de la red social. Afirma que el contenido falso en Facebook es muy reducido, y que además su red es una "plataforma tecnológica", no un medio de comunicación.