El tribunal de justicia de Oklahoma en Estados Unidos ha condenado a cadena perpetua a Juanita Gómez, de 51 años de edad, por asesinar a su hija Geneveva Gómez, de 33 años, tras hacerla tragar un crucifijo. La madre aducía que trataba de exorcizar a su hija pues tenía a Satanás dentro de ella y que lo hacía por su bien.
Los hechos se remontan a 2016 cuando, tras un chequeo rutinario, las fuerzas policiales encontraron en la residencia de Gómez el cuerpo sin vida de Geneveva, que presentaba graves signos de violencia. La joven presentaba hematomas en su cuerpo, la cara inflamada y el cuerpo totalmente lleno de sangre. Además, en el pecho reposaba un crucifijo.
¿Exorcismo?
Este crucifijo fue en última instancia el motivo de la muerte de la hija de Juanita pues fue hecho tragar tras empujarlo por la garganta. Este acto, según declaró la propia acusada en el juicio y desvela el informe que ha publicado People, fue realizado para ayudar a su hija pue estaba endemoniada y tenía que sacarle a "Satanás" de su cuerpo.
Antes de hacer tragar a su hija el crucifijo, Gómez la había golpeado repetidas veces con sus propios puños tal y como demostró el cuerpo amoratado e inflamado de Geneveva. Tras el asesinato, Juanita limpió el cadáver y lo posicionó con los brazos horizontalmente asemejando su figura a la del crucifijo con la que perdió la vida.
Tras el juicio y las pruebas resultantes el pasado lunes 19 de febrero el juez de Oklahoma condenó a Juanita a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Fue encontrada culpable de todos los cargos de asesinato en primer grado.