El futbolista italiano Giovanni Padivani ha sido condenado a cadena perpetua por el asesinato de su ex novia, la modelo Alessandra Matteuzzi. El tribunal de Bolonia ha declarado culpable al ex jugador por matar a su ex pareja cerca de su casa en agosto de 2022.
El juez encargado de llevar el caso, Domenico Pasquariello, tomó su decisión después de sólo dos horas de juicio en el que se llegó a decir que Giovanni "no estaba cuerdo". El por aquel entonces jugador del 'Sancataldese' de la Serie D asesinó a la joven modelo dándole patadas, puñetazos y golpeándola con un martillo, después con un bate de béisbol y, finalmente, con un banco que cogió de un jardín cercano al lugar de los hechos. Un inhumano ataque que acabó costándole la vida a Matteuzzi.
Cadena perpetua e indemnización
El futbolista tendrá que cumplir cadena perpetua, además de pagar una indemnización a los familiares de la víctima que ya lo había denunciado por acoso semanas atrás. Uno de los testimonios claves en el caso fue el de un investigador que había intentado demostrar la obsesión del ex futbolista por la modelo en 2021.
Fue el mismo investigador, después de enterarse del brutal asesinato de la ex pareja, el que se puso en contacto con el policía, denunciando algunas peticiones "obsesivas que, a veces, rozaban el absurdo". Testimonios recabados e incluidos en los documentos de la propia investigación. El detective señalaba que existieron "llamadas telefónicas rápidas e insistentes, incluso de noche, para vigilar a la ex y saber si estaba mintiendo"
Conducta que, al parecer, era habitual
"Desde el principio me llamó la atención que con mucha insistencia, entre 10 y 15 veces al día, incluso de noche, esperaba tener información en tiempo real sobre los movimientos de Mateuzzi" para tener "confirmación de la información que ella le dio por teléfono". Un comportamiento que considera "excesivo, diría obsesivo". Alessandra llegó a publicar en las redes sociales dónde estaba, además de acudir al lugar donde trabajaba y grabar un vídeo dentro del baño para "poder identificar la correspondencia de los lugares".
El caso sorprendió al mundo entero, sobre todo por la frialdad con el que el joven de 26 años habría cometido este crimen. La prensa internacional asegura que cuando la mujer llegó a su casa, mientras hablaba por teléfono con su hermana Stefania, fue sorprendida y el jugador la atacó violentamente con un martillo, un bate de béisbol e incluso un banco, además de patadas y puñetazos.
Desde el otro lado del móvil, la hermana escuchó varios gritos: "¡No Giovanni, no, por favor, ayuda!". Pero ella fue incapaz de hacer nada dado que vive a 30 km de distancia. Solo pudo llamar a la Policía, quien se personó en el lugar de los hechos lo más rápido posible. Nada más llegar, Padovani dijo fríamente: "Me alegro de que hayan llegado".