Nueva agresión homófoba en el metro de Barcelona. El incidente, que tuvo lugar el sábado 25 de enero a las ocho de la mañana en un vagón del metro en el Clot, ha terminado con un chico en el hospital después de que una mujer lo haya rociado con un aerosol de gas pimienta. Todo comenzó cuando tres jóvenes que volvían de fiesta de una conocida discoteca del Eixample fueron increpados en el interior del metro por una mujer porque iban cogidos por el brazo. Según ha explicado la víctima, Edgar Aragall, la mujer comenzó a insultarlos al grito de "putos maricones" y "maricones de mierda". Fue entonces cuando una chica que también viajaba en el mismo vagón salió en defensa de los jóvenes. Comenzó entonces una pelea física en la que la víctima insiste que no participó.
Aragall afirma que avisó a un vigilante pero nadie los ayudó. Fue en ese momento cuando la mujer roció al joven con gas pimienta, causándole importantes irritaciones en los ojos y en la piel, por lo que tuvo que acudir al hospital, según recoge Betevé. "Me quema la cara, los ojos y todo. El gas me la ha tirado muy cerca y me he quemado hasta el abdomen, ya que el producto se ha extendido", ha escrito en su perfil de Instagram el joven agredido, que ha pedido colaboración ciudadana para encontrar testigos de la agresión que ya ha denunciado ante los Mossos d'Esquadra.
Repunte de agresiones por LGTBIfobia en Barcelona
L'Observatori contra l'Homofòbia lleva tiempo denunciando un preocupante repunte de las agresiones homófobas en la ciudad condal. En 2019, las agresiones de este tipo se dispararon cerca de un 40 % en Barcelona mientras que en lo que va de 2020 se han compatibilizado una veintena de casos en Cataluña. Para evitar incidentes como estos en el transporte público, l'Observatori contra l'Homofòbia está desarrollando un nuevo protocolo conjuntamente con la concejalía de movilidad y la de derechos sociales y feminismo. Se trata formar a los trabajadores del transporte público para enseñarles cómo actuar ante este tipo de situaciones y es que desde los inicios del 2019 ya se han compatibilizado diez casos de agresiones en el transporte público de Barcelona.