La crisis del coronavirus ha desvelado dos problemas en el sistema sanitario español: que se ha comportado por encima de sus posibilidades y que sufre problemas estructurales derivados de los recortes aplicados durante la última década.
Las conclusiones parten del último informe sobre España publicado por la Comisión Europea con motivo del Semestre Europeo en su Paquete de Primavera: "El estallido de la pandemia del COVID-19 ha ejercido una presión sin precedentes sobre el sistema y ha revelado su vulnerabilidad a las crisis", ha denunciado este organismo.
En este sentido, la Comisión Europea reclama un refuerzo de la sanidad española, sobre todo en un momento en el que se prevén más oleadas de coronavirus durante los próximos meses.
"La acción inmediata se centra en fortalecer las capacidades en términos de trabajadores de la salud, productos médicos críticos e infraestructura para salvar vidas y restaurar la salud durante la pandemia", reclama el citado informe.
Y prosigue:"Las personas con discapacidad y los ancianos en residencias han estado particularmente expuestos durante la crisis. Debe garantizarse su acceso continuo a la atención médica y social, incluidos los servicios de emergencia y cuidados intensivos".
Con el objetivo de reforzar recursos, Bruselas recomienda que"los esfuerzos deberían concentrarse en mejorar la resiliencia del sistema de salud para que pueda reanudad su desempeño óptimo lo más rápido posible y enfrentar mejor las nuevas crisis".
"La pandemia ha revelado problemas estructurales y deficiencias de inversión en la sanidad española"
La crisis sanitaria que ha vivido España revela que los recortes han menguado el sistema sanitario en nuestro país hasta dejar una infraestructura muy inferior a las necesidades reales.
Esa es la opinición de la Comisión Europea, que en su informe no deja lugar a dudas: "La pandemia ha revelado problemas estructurales existentes, algunos de los cuales se derivan de ciertas deficiencias en la inversión en infraestructuras físcias y deficiencias en el reclutamiento y las condiciones de trabajo de los trabajadores de la salud".
La descentralización de la sanidad española ha generado desigualdades. No se trata de un simple nivel de renta, si no también de prioridades en los presupuestos públicos:"Existen disparidades regionales en términos de gasto, recursos físicos y personales, además de la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno no siempre es efectiva".
Bruselas pide situar ahora el foco en los pacientes crónicos, atención a la discapacidad, envejecimiento y, sobre todo, el desarrollo de la atención primaria y el desarrollo de la digitalización del sistema. Y, sobre todo, redclama: "Será importante asegurar que la probable disminución de los recursos debido a la recesión económica no afecte a la cobertura de atención médica de las personas y genere desigualdades en el acceso".
Junto con las advertencias sobre el sistema sanitario, Bruselas también reclama que el Gobierno incida en la lucha contra la pobreza que surgirá durante la crisis económica que ahora se avecina. Esa combinación de crisis sanitaria y económica puede ser muy dañina para el país y será un reto mayúsculo al que se tendrá que enfrentar la política durante los próximos meses.