Europa se ha mostrado muy preocupada por la deriva autoritaria que están mostrando los Gobiernos ultraconservadores de Hungría y Polonia, sobre todo en materia de reconocimiento de los derechos del colectivo LGTBI, donde se está experimentando un serio retroceso en libertades.
La Comisión Europea trabaja para defender los derechos de las personas de este colectivo, que en este momento se están violando en estos territorios que forman parte de la Unión Europea. Por el momento, se seguirá privando de fondos a las regiones que adopten iniciativas que atenten deliberadamente contra las personas LGTBI, como las denominadas como "Zonas Libres de Personas LGTBI".
Hungría y Polonia, gobernadas por dos partidos políticos socios de VOX en el Parlamento Europeo, representan una práctica excepción en la UE, donde en teoría se está avanzando en materia de derechos para las personas LGTBI.
Entre esos avances, hay 21 países que permiten las uniones entre personas del mismo sexo y 15 que reconocen las adopciones. España es uno de ellos. La aceptación de las personas LGTBI también aumenta, un 76% en 2019 frente al 71% de 2015, según el Eurobarometro.
Sin embargo, la mitad de los ciudadanos LGTBI sigue en el armario. Vera Jourová, vicepresidenta encargada de Valores y Transparencia, ha explicado en rueda de prensa: "Todo el mundo debe sentirse libre de ser quien es, sin miedo ni persecuciones. De eso se trata Europa y eso es lo que defendemos".
Mayor percepción de la discriminación
El Eurobarómetro también señala un aumento en el porcentaje de ciudadanos LGTBI que se sintieron discriminados, un 43%, un aumento en los últimos cinco años. Sin embargo, esto también puede indicar una mayor percepción de la existencia de la homofobia como tal y también una mayor denuncia de los hechos.
Mientras la UE avanza despacio pero progresivamente, Polonia incide en sus "Zonas Libres de Personas LGTBI", o como las llamó Ursula von der Leyen, "Zonas Sin Humanidad". Jourová ha sido tajante con esta medida: "Jamás podemos aceptarlas".
El Gobierno de Hungría, en la misma órbita, también ahora parece encaminado a vetar constitucionalmente las adopciones a las parejas del mismo sexo, el enésimo paso atrás que nuevamente Bruselas sigue con lupa.
A falta de competencias, la Comisión espera batallar a través de los fondos, como ya está haciendo en Polonia. Además, espera que se permita reconocer las adopciones de parejas homosexuales en todo territorio comunitario, una manera de presionar para adelantar cambios sociales si realmente estos países quieren permanecer como socios de pleno derecho en la UE.