Letizia lo ha vuelto a hacer. La reina de España ha vuelto a protagonizar otro hilarante momento durante la recepción de bienvenida a los jugadores de la selección española de baloncesto tras ganar la copa del mundo en China.
Esta vez no lo hizo junto a su suegra, doña Sofía o ni siquiera junto a sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina, aunque está difícil, porque lleva años sin dirigirse la palabra con la esposa de Iñaki Urdangarin. Tampoco fue junto al rey emérito, don Juan Carlos, que siguiendo los consejos de su hija, se retiró oficialmente de la vida pública el pasado mes de junio. Además, recientemente, ha atravesado una difícil y delicada operación en el Hospital Quirón. La ocasión lo merecía y la consorte tenía que estar acompañada de su esposo.
Felipe VI y su reina acudieron juntos a dar la bienvenida a toda la delegación española que recientemente venció a Argentina en la final de la copa mundial de baloncesto. Una victoria que sabe a mucho, después de que nuestro equipo solo lo haya conseguido una vez anteriormente, justo hace 13 años. Gracias a ellos, este número no volverá a ser un símbolo de mala suerte para nuestro país. Al menos por ahora.
No soporta que la desmerezcan
Todo eran risas, festejos, piropos y alabanzas entre los jugadores y los monarcas, hasta que llegó el momento de hacer el posado oficial junto a la gran copa que les autoriza como triunfadores mundiales en la disciplina. Letizia tuvo que volver a ser noticia y es que su presencia nunca puede pasar desapercibida en público, pues sabe muy bien llamar la atención con su elegante y glamuroso estilo.
Llevó un coqueto y corto vestido rojo con cremallera delantera, muy apropiado para la ocasión, representando uno de los colores de la bandera patria. Sin embargo, también sabe hacerlo con su carácter. Nuestra reina hace gala de una fuerte personalidad allá por donde va y se posiciona firme y contundente hacia aquello que no le gusta. No pasa ni una y la prensa lo sabe.
Es por esto que ante los gestos de complicidad y conexión del rey de España, Letizia no respondió de la manera que muchos esperaban. No se anda con tonterías y es posible que no le gustara el hecho de que a ella no le entregaran la medalla con la que nuestra selección se proclamó campeona en Pekín, como sí ocurrió cuando Rudy Fernández se la colocó al Borbón.
La verdad es que tragar con la situación no tuvo que ser fácil porque, probablemente, ella también quería sentirse representada de la misma manera tras la merecida victoria, incluso por el hecho de estar allí de cuerpo presente, recibiendo a la selección. Don Felipe trató de quitarle hierro al asunto, compartir su insignia con la madre de las infantas Leonor y Sofía, y esta no reaccionó bien ante la broma de su marido, al que espetó un tajante "no".