Crece la tensión en Reino Unido ante la escasez de combustible derivada del Brexit. Y es que el Brexit y sus restricciones a la inmigración ha provocado que los transportistas, muchos extranjeros, no tengan visados para trabajar en el país. El Brexit endureció las medidas para los extranjeros y ahora se han quedado sin miles de conductores para llevar el combustible a las gasolineras.
Pese a las llamadas del Gobierno conservador de Boris Johnson para que la gente mantenga la calma, en las últimas horas se han vivido escenas de pánico y alguna pelea, como la ocurrida en una estación de servicio de Chichester, capital del condado de West Sussex. Allí, un grupo de conductores se han peleado a puñetazo limpio cuando esperaban para repostar en la gasolinera. "¿No queda diésel?", gritaban los conductores implicados en la trifulca ante una larga cola de coches que esperaban para llenar el depósito.
Desde que el pasado jueves 23 de septiembre el gigante petrolero BP anunciara la clausura de un tercio sus estaciones de Reino Unido al no poder llevar el combustible hasta los surtidores, gasolineras de todo el país han registrado filas interminables de vehículos para llenar sus depósitos.
#petrolpanic Punch Up
Four men erupted into a fight yesterday on a Esso station petrol forecourt in the #Sidlesham #Chichester .
Onlookers watched on in comedy as the filming man narrated the goings on, #petrolshortage #fight
Credit @YappAppLtd Ben Lack pic.twitter.com/pi3dt7GJpf— Sussex News - Breaking News for Sussex (@SussexIncidents) September 25, 2021
Las medidas del Gobierno
Frente a esta situación, el Gobierno suspendió temporalmente la aplicación de la ley sobre competencia a la industria de los combustibles para facilitar que las compañías pueden "compartir información" y "optimizar" el suministro a las gasolineras. Además, se ha anunciado que se dará luz verde a 5.000 visados temporales para que conductores extranjeros cubran vacantes en los próximos tres meses, una medida que las patronales del transporte tachan de insuficiente pues se necesitan cerca de 100.000 trabajadores más.
El Gobierno del Reino Unido ha valorado incluso adoptar medidas adicionales como recurrir al Ejército para transportar combustible a las gasolineras nacionales, que se están quedado sin suministros ante el temor al desabastecimiento desatado en el país por la carencia de conductores de camiones que surtan los depósitos. Esta iniciativa ha sido finalmente descarta por el momento, según ha asegurado el ministro británico de Medioambiente, George Eustice.