El continente europeo sigue estando contaminado por una brecha salarial preocupante pues, a día de hoy, las mujeres ganan de media por hora un 13% menos que los hombres. Con el fin de erradicarla definitivamente, la Comisión Europea (CE) ha presentado ante el Consejo y el Parlamento la aprobación de su propuesta de transparencia salarial, la cual obliga a las grandes empresas a informar a sus empleados de esta diferencia de sueldos en función del género.
Desde la CE consideran la transparencia como un aspecto fundamental para erradicar completamente esta brecha. Así lo expone la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Vera Jourová, quien indicó con indignación que "falta una pieza importante del rompecabezas: la transparencia salarial". Hellena Dalli, comisaria europea de Igualdad, también mantiene una firme posición al respecto: "La transparencia contribuye a acabar con el sesgo de género en la remuneración y empodera a los trabajadores para hacer valer su derecho a la igualdad salarial por el mismo trabajo".
Es cierto que se está progresando en la búsqueda de la igualdad salarial, aunque todavía queda mucho camino por andar y va a un paso muy lento. La triste realidad es que las mujeres aún siguen siendo infravaloradas en los cargos de toma de decisiones económicas y que, al realizar la valoración de puestos de trabajo, los sesgos de género siguen siendo determinantes. Esto queda reflejado si observamos que, en los últimos 10 años, la brecha tan solo se ha reducido en 2,9 porcentuales, por lo que la CE ha insistido en que su propuesta se lleve a cabo "sin demoras indebidas".
La igualdad salarial en España
En nuestro país, la transparencia salarial está regulada por la Ley Orgánica 3/2007, que vela por la igualdad efectiva de hombres y mujeres. Asimismo, también queda recogida bajo legislatura en el Real Decreto 902/2020, que hace hincapié en la igualdad retributiva entre hombres y mujeres y, además, establece los instrumentos necesarios para su aplicación: los registros retributivos, la auditoría retributiva, el sistema de valoración de puestos de trabajo y el derecho de información de las personas trabajadoras.
La cosa se tuerce cuando se empiezan a aplicar los pluses, complementos o primas. Según señala la consultora Grupo Atico34, especializada en Protección de datos, Igualdad, Propiedad Intelectual y Compliance, todo lo que el ordenamiento jurídico prohíbe en cuanto a discriminación salarial queda anulado cuando llegan los extras pues, con ellos, las mujeres se vuelven a ver perjudicadas por las diferencias salariales.
El Ejecutivo comunitario habla de la brecha salarial de género calificándola como un síntoma de desequilibrios estructurales entre hombres y mujeres cuyas raíces nacen en las representaciones económicas, el acceso a la educación y las responsabilidades del cuidado del hogar.
PwC publicó en 2019 un "análisis de la brecha salarial de género en España", donde señalaba que las mujeres españolas cuentan con un nivel educativo superior al de los hombres pero que, a pesar de ello, tienen más peso en ocupaciones con salarios más bajos que sus homólogos. De esta manera, el pasado 2021, las mujeres obtuvieron unos salarios brutos anuales que constituían un 8,4% menos que lo que los hombres percibieron: mientras ellas cobraron 26.913 euros, ellos llegaron a ganar casi tres mil euros más, con una cifra de 29.367 euros de media.
Todo lo dicho explica que el 57% de las españolas que han participado en el II Barómetro de la Federación de Mujeres Directivas y Empresarias (Fedepe) consideren que la actual situación económica de crisis afecta negativamente a las mujeres, sobre todo en la continuidad en sus puestos de trabajo: un 66% de las 500 mujeres encuestadas considera que la crisis afecta a la posibilidad de búsqueda de trabajo y un 83% cree que impacta de forma especialmente discriminatoria en el caso de las profesionales entre los 45 y los 50 años.
Esta brecha salarial se incrementa cuando la mujer cumple los 36 años, umbral que puede hacer que la diferencia de sueldo aumente hasta alcanzar un 30% a partir de los 65 años.