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Economía

La brecha salarial en España: harán falta 70 años para que la mujer cobre como los hombres

Los técnicos de Hacienda contradicen el argumentario del Gobierno: la brecha salarial en España es del 30%.

La brecha salarial de género es uno de los grandes retos de la igualdad laboral entre sexos, no sólo en España, sino en todo el mundo. Este término hace referencia a las diferencias de salarios entre hombres y mujeres y se calcula sobre el porcentaje masculino. Eso quiere decir que el porcentaje de brecha salarial de género que haya en un país indica el porcentaje del sueldo masculino que excede al femenino.

Un informe publicado por el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) daba información pormenorizada sobre la brecha salarial en España, basándose en los datos de la Agencia Tributaria de 2015. Según esta fuente, la brecha salarial en España asciende al 30%, indicando que por cada 100 euros que cobran los hombres de media, las mujeres sólo ganan 70. Esto equivale a una diferencia de 4.745 euros al año entre hombres y mujeres. Si se siguiera con esta tendencia, se tardarían casi siete décadas en acabar con la brecha salarial, más o menos el mismo período que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula a nivel internacional.

El techo de cristal es uno de los factores que alimentan la brecha salarial de género
"El techo de cristal es uno de los factores que alimentan la brecha salarial de género"

Estas diferencias se habrían reducido entre 2005 y 2015 en un 15%, seguramente porque la crisis económica nos igualó a todos en el deterioro de las condiciones laborales. Sin embargo, ha aumentado desde el año 2014. Además, el informe comenta que esta brecha se incrementa en gran medida con la edad: primero en el tramo entre 26 y 45 años (las edades de maternidad) y después vuelve a crecer entre los 45 y 65 años. En total, hay más mujeres que hombres que no llegan a un sueldo de 1.000 euros.

Atendiendo a las diferentes comunidades autónomas, la menos igualitaria es Asturias, con una brecha del 38%, y la que mejor lo está haciendo es Canarias, con una brecha del 16%. Ésta ha sido uno de las comunidades que más la ha reducido, junto a Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha, Andalucía, Cataluña y Baleares. Otras no han conseguido reducirla ni un 3%, como son Asturias, La Rioja, Murcia y Melilla.

Te dirán que la brecha en realidad es del 14,9% y que ha descendido, ¿por qué?

Sin embargo, hay un dato que ofrece el Gobierno y también sale en muchas estadísticas: que la brecha salarial en España, en datos de 2014 y según el organismo estadístico Eurostat, es del 14.9%. Es cierto, pero ¿cómo puede ser entonces que la brecha sea a la vez el 15% y el 30%?

En este caso, cambian los datos con los que se mire. La cifra de Eurostat mide el salario bruto por hora, pero tal y como recuerda la Comisión Europea en su informe 'Cómo combatir la brecha salarial entre hombre y mujeres en la UE', si se toma como referencia el salario anual bruto, se pueden conocer los ingresos totales y tener en cuenta factores como "las pagas extra, los complementos por rendimiento o las remuneraciones especiales". Y es que estas son algunas de las variables que provocan que exista esa brecha de género en los salarios.

Maria Jesús Botella niega la brecha de género
"Maria Jesús Botella niega la brecha de género"

Por otro lado, Maria Jesús Botella, hermana de Ana Botella, decía estos días que la brecha salarial "no es por ser hombre o mujer" sino "por la falta de formación". El revuelo estaba servido, máxima después de haber dicho que en su partido, el PP, "somos feministas, pero no de boquilla".

Acudimos de nuevo a la OIT para encontrar la respuesta. En su informe 'Las mujeres en el trabajo. Tendencias 2016' dice explítamente que "estas disparidades no pueden explicarse únicamente en términos de diferencias de edad o educación, sino que también están vinculadas con la infravaloración del trabajo que realizan las mujeres [...] y con la necesidad de que las mujeres interrumpan su carrera  profesional para asumir responsabilidades de cuidado adicionales,por ejemplo, tras el nacimiento de un hijo". Según el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte (informe Datos y cifras del sistema universitario español. Curso 2015/2016), en el curso 2014-2015 el porcentaje de mujeres en los estudiantes que finalizaban un grado fue del 63.1% y del 56.2% para máster.

Las causas de la brecha de género

Cuando aparecen las cifras de la brecha de género, puedes ignorar el tema, como Mariano Rajoy, o negarlo porque no has leído los informes internacionales que avalan su existencia y explican sus causas. En nuestra empresa es normal que un hombre y una mujer en los mismos puestos cobren lo mismo, pero la brecha salarial es el reflejo de muchos tipo de discriminación laboral hacia las mujeres, mucho más complejos. El diario Público explica muy bien en este artículo sobre los falsos mitos de la brecha salarial este aspecto.

En cuanto a las causas de la brecha salarial, informes de la OIT como el antes citado, o de otros organismos, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) o la Comisión Europea, explican, sin ser sospechosos de feministas radicales, todos los factores que contribuyen a que las mujeres ganen de media menos salario que los hombres.

La brecha salarial aún persiste
"La brecha salarial aún persiste"

Las mujeres tienden a tener trabajos más precarios: presentan mayores cifras de trabajos temporales, de jornadas parciales (por tanto, trabajan menos horas) y trabajos sin contrato. Además, los sectores laborales más donde hay más presencia femenina (lo que se conoce como segregación horizontal) son los peor remunerados, y a la vez las mujeres tienen mayor dificultad para acceder a puestos más altos (segregación vertical o techo de cristal).

También acceden a menores remuneraciones extraordinarias o especiales, como decíamos antes. El ser madre penaliza mucho, además de la falta de conciliación por tener que ser ellas las que se encarguen del trabajo no remunerado del hogar, que en nuestro contexto las fuerza a veces a prescindir del trabajo o a trabajar menos horas.

Todo esto se relaciona también con una mayor tasa de pobreza en mujeres que en hombres, sobre todo a mayor edad. ¿Cómo no iba a ser así? La brecha salarial de género se traduce, posteriormente, en peores pensiones tras la jubilación.

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