El estudio que ha presentado la investigadora española Lidia Mínguez debería interesar a todos los hombres de todo el mundo. Unos resultados que cierran el debate del que se lleva discutiendo durante muchos años: ¿qué tipo de calzoncillo es mejor para nuestra salud reproductiva? Es decir, ¿cuál es más beneficioso para la calidad del semen?
La tesis doctoral de esta investigadora concluía que la calidad del semen de los jóvenes de la provincia de Murcia era catastrófica. Por ello, sigue realizando estudios para averiguar cómo puede mejorar la calidad del esperma porque, según afirma, los hombres no son conscientes de la importancia de este asunto.
Y, para obtener resultados más fiables, decidió enfocar su tesis en Boston en el tipo de calzoncillos que usaban sus pacientes con dificultades para concebir. Un total de 656 varones del Hospital General de Massachusetts.
El bóxer mejora notablemente la calidad del semen
Su estudio resultar clarificador: el bóxer aumenta notablemente la calidad del semen, llegando a elevar en un 25% la concentración, un 17% más con respecto al número total de espermatozoides y un tercio más de espermas nadadores en los hombres que lo usan regularmente. Por lo tanto, su eyaculación tendría más posibilidades reproductivas.
Lo interesante de este estudio proviene de un dato inédito: el organismo se defiende de los calzoncillos más perjudiciales produciendo más cantidad de la hormona FSH, la encargada de producir esperma. "Es un mecanismo compensatorio que no se había descrito hasta ahora", explica Lidia Mínguez a El Español. Por eso, la investigadora aconseja el uso de bóxer a los hombres para aumentar las garantías de tener hijos y, por lo tanto, un aumento de la fertilidad. Además, añade no practicar ciclismo o no utilizar demasiado saunas y jacuzzis.
Un explicación simple y sencilla, pero sujeta a probabilidades
La explicación es lógica, ya que los espermatozoides no pueden estar expuestos a los 37ºC habituales de nuestro cuerpo. Por eso, si un calzoncillo es más apretado de lo habitual, aumenta inevitablemente el calor escrotal con lo que compromete la calidad del semen. "Razón por la que los testículos están fuera, para poder estar a dos grados menos", explica Lidia.
"Hablamos de probabilidades, puede ocurrir perfectamente que llegue la persona con los calzoncillos más apretados del mundo y un super esperma". Y señala: "la espermatogénesis tarda alrededor de tres meses, por lo que basta ese tiempo para revertir el efecto perjudicial de los mismos", calmando la investigadora a los hombres que llevan usando toda la vida slips.
Por lo tanto, si eres de los que usas slips todavía estás a tiempo de revertir el posible efecto perjudicial en la calidad de tu semen. Esta vez la batalla la ha ganado el bóxer.