Tras el debate del 12 de diciembre en el Congreso sobre la tensa situación en Cataluña, Josep Borrell, ministro de Exteriores, acudió a un almuerzo del diario ABC donde el conflicto catalán siguió siendo el tema central.
A pesar de las críticas comunes que tachan al Gobierno de Pedro Sánchez de tener una actitud pasiva con respecto a la independencia, Borrell ha asegurado que desde el Ejecutivo siempre se ha intentado "rebajar los niveles de crispación".
El ministro habla de una "política del ibuprofeno", cuyo objetivo es "intentar rebajar la tensión a ver si, con los ánimos más calmados, es posible afrontar la situación con más racionalidad". A pesar de ello, el debate del "Congreso no da muchas esperanzas" pues la situación ha cambiado en cuestión de días.
Cuando parecía que había una posibilidad de diálogo, Quim Torra "ha obligado al Gobierno a actuar haciendo lo que debía hacer" con respecto a los cortes de carretera de los CDR y la pasividad de los Mossos d'Esquadra.
En la reunión del diario, Josep Borrell ha afirmado que, si se continúa con esta falta de seguridad por parte del Cuerpo de Policía de Cataluña, habría que aplicar la ley. Según el criterio del ministro, esta actuación no implica el artículo 155, pues "hay otros instrumentos legales que permiten actuar sectorialmente para hacer frente al problema que se plantea". Lo que él plantea es que, si se continúa con esta inactividad de los Mossos, se aplicará la Ley de Seguridad Nacional para que "las fuerzas de orden públicas estatales" intervengan.
"Torra no llamaba a la insurrección, aunque lo parecía"
Josep Borrell considera que "se han calmado" los ánimos tras las palabras de Quim Torra de resolver el independentismo por la "vía eslovena". Además, el ministro ha restado importancia a las reuniones que el actual presidente de la Generalitat tuvo con las autoridades de Eslovenia el pasado 6 de diciembre y que todo el mundo dice "que fue un encuentro informal, fuera de agenda y sin transcendencia".
Los políticos independentistas aseguran que la referencia de Torra a este conflicto bélico "no era una llamada a la insurrección, aunque la verdad es que lo parecía", unas palabras que han provocado revuelo entre las filas de PP y Ciudadanos.
"Hay que seguir en una posición constructiva, positiva y dialogante, pero dejando bien claro que tenemos una Constitución y unos valores democráticos que hacen que conceder una independencia a una parte del territorio en la que ni siquiera hay una mayoría social que la sustente, está fuera de toda óptica" declaró Borrell.