Todo el mundo ha pasado por malas experiencias a lo largo de sus vidas, por lo que más de uno desearía borrar algún que otro recuerdo turbio. Decenas de películas y series de ficción han retratado esta posibilidad y parece que, dentro de no mucho, será posible en la vida real.
En 'Men in Black' encotramos el neutralizador, objeto utilizado por los personajes de Will Smith y Tommy Lee Jones para borrar cualquier rastro de extraterrestres de las mentes de las personas de a pie. En 'Harry Potter', como no podía ser de otra manera, la solución llega a modo de hechizo con la varita mágica. En la última película de la saga del joven mago vemos como Hermione borra la memoria a sus padres para protegerlos y poder emprender la última cruzada contra Voldemort.
Más allá de la gran pantalla, la ciencia avanza a pasos agigantados a través de multitud de experimentos o descubrimientos cuyo objetivo es mejorar el mundo y hacernos la vida más fácil. El último llega de la mano de unos científicos japoneses que aseguran haber encontrado la manera de eliminar recuerdos. El poder desconectar los recuerdos asociados en el cerebro sería de gran ayuda a la hora de desarrollar un nuevo tratamiento para las personas que sufren estrés postraumático.
Capitaneados por el profesor Kaoru Inokuchi, el equipo de científicos llevó a cabo la investigación en la Universidad de Toyama, a 300 kilómetros al noroeste de Tokio. Utilizando ratones para su experimento, dieron descargas eléctricas a los roedores para así implantarles recuerdos del miedo. Durante el experimento se mantuvo un zumbador sonando para a continuación darles de beber agua dulce.
A medida que los experimentos avanzaban los ratones comenzarona encogerse de miedo con tan solo beber agua dulce ya que asociaron esto y el sonido del zumbador con las descargas eléctricas.
Esto permitió observar a los investigadores cómo se formaban los recuerdos en los cerebros de los roedores, encontrando que la memoria de las descargas y la memoria del agua dulce se almacenaban en diferentes conjuntos de células en una parte del cerebro llamada amígdala. Cuando los dos conjuntos de células se solapaban de manera parcial, entonces los recuerdos se vinculaban.
Frenando la función celular de la parte superpuesta, los científicos descubrieron que los ratones no recordaban el miedo a las descargas eléctricas demostrando así que los recuerdos se habían separado. Dicen que el método restringe una función celular en el cerebro que vincula los recuerdos.