Esta medida puede sonar a locos, o una noticia falsa, pero para nada. El gobierno italiano quiere hacer hincapié en la importancia de la cultura en sus ciudadanos y ha promovido una iniciativa que pondrá en marcha el próximo mes de septiembre. Consiste en dar a cada joven que haya cumpido los 18 años este año un total de 500 euros para gastar exclusivamente en contenidos culturales.
Teatro, cine, historia, arqueología, libros, museos... Los jóvenes italianos podrán elegir entre una gran variedad de contenidos en los que invertir (que no gastar) los 500 euros. Este bono cultural será entregado a todos los jóvenes que sean de nacionalidad italiana o tengan un permiso de residencia en el país.
Estos 500 euros no serán entregados en metálico ni en un vale, sino por medio de una app. Bajo el nombre de 18App, esta aplicación les dará el acceso a los productos culturales seleccionados y ellos y ellas elegirán en qué gastarlo. Hay una fecha límite: el 31 de diciembre de 2017 el bono caduca, así que la idea parece ser que en un año se empapen de cultura. Así que no, esto no es un vale para ir gratis al cine durante media vida, ni la garantía de tener libros gratis para la universidad durante toda la carrera. Hay que ir a museos, exposiciones, al teatro, la ópera, etc. si quieren sacarle provecho ese año. ¿No os moriríais por algo similar?
En total, 574.593 jóvenes residentes en Italia disfrutarán de esta inversión del gobierno, que económicamente asciende a los 290 millones de euros. El próximo 15 de septiembre se pondrá en marcha este bono y el gobierno tiene previsto hacer algo similar el año que viene con los y las docentes. La idea sería darles dinero para complementar su formación.
¿Una medida estrafalaria o una inversión de futuro?
Hay quien puede pensar que esta medida es un auténtico derroche. Recién salidos (o continuando estando metidos hasta el fondo) en una crisis económica, en la que Italia no está económicamente mejor que otros países, el gobierno ha decidido invertir en la cultura y las personas como garantía de futuro. Tommaso Nannicini, subsecretario del Consejo de Ministros, declaraba que esta iniciativa quería enviar el mensaje de que se trata "de una comunidad que da la bienvenida a la edad adulta recordando lo importante que es el consumo de la cultura para el enriquecimiento personal y para fortalecer el tejido social del país".
Esperemos que con esta medida gran parte de la juventud italiana consiga interesarse por los diferentes productos culturales. Quién sabe qué aficiones se pueden descubrir y desarrollar durante este año de apuesta por el arte y las Humanidades, tan olvidadas en un mundo cada vez más mercantilizado. Sobre todo, esperamos que en los ámbitos cercanos a la exclusión social los y las jóvenes encuentren nuevos caminos que no sabían que podrían llegar a recorrer.
En España, cuando Wert se encontraba al frente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se estudió llevar a cabo una medida parecida para fomentar la lectura, pero acabó siendo descartada. Sí se puso en marcha en el País Vasco una idea similar con el gobierno de Patxi López, que no tenía limitaciones de edad pero sí territoriales y temporales, ya que solo se destinó a aumentar el consumo navideño en determinados productos.
