"Hacer caca una vez cada dos días" es la solución propuesta por el presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, para preservar el medio ambiente. El dirigente de extrema derecha respondía con este comentario a un periodista que le preguntó si era posible "conciliar el crecimiento y la preservación del medio ambiente".
La respuesta del presidente, en un claro tono irónico que pretendía despojar el asunto de importancia, indignó a la opinión pública: "Basta con comer un poco menos. Me habla de contaminación medioambiental. Basta con hacer caca un día de cada dos, eso sería mejor para todo el mundo", dijo a la salida del palacio presidencial de Alvorada este viernes 9 de agosto.
No sorprende que Bolsonaro evite hablar de la cuestión medioambiental, ya que en varias ocasiones ha hecho evidente su falta de compromiso ante el cambio climático. De hecho, en octubre de 2018 el dirigente expresó su admiración por Donald Trump, llegó a barajar la idea de abandonar el Pacto de París y amenazó con eliminar el Ministerio de Medio Ambiente. Aunque la mayoría de esas intenciones no han llegado a cumplirse, Bolsonaro continúa en la misma línea de indiferencia ante el problema medioambiental.
Ahora, el líder de la ultraderecha brasileña insiste en explotar las selvas amazónicas y avala la legalización de la minería artesanal ilegal, incluso en reservas indígenas. Además promueve la construcción de hidroeléctricas. Todo ello, en un momento en el que la deforestación crece sin freno en Brasil. De hecho, los datos hablan por sí solos: En julio de 2019 la tasa de zonas deforestadas se sitúa en julio de 2019 un 278% por encima que la de julio de 2018.
"Las personas con más cultura tienen menos hijos"
La "propuesta" de Bolsonaro para preservar el medio ambiente no ha sido la única declaración del presidente que ha provocado oleadas de indignación. El mismo día, afirmaba que "Cuando se ve que la población mundial aumenta más de 70 millones cada año, hay que hacer una política de planificación familiar". Y es que, para el líder brasileño el problema de la contaminación es "la sobrepoblación" que enfrenta el mundo, y culpa de ella a la incultura.
"La personas con más cultura tienen menos hijos", ha afirmado. Eso sí, ese no es el caso de Bolsonaro, que es padre de cinco hijos. "Yo soy la excepción que confirma la regla", se ha justificado. "Pero, por regla general, no es así ya que hay millones de personas que nacen en el mundo al año", ha añadido.
De esta forma, el presidente de Brasil ha destacado el hecho de que en el mundo vivan hoy aproximadamente 7.600 millones de habitantes y afirma que en Brasil la cifra crece dos millones por año. Por ello, ante un Amazonas que ya ha perdido más de 3.000 kilómetros de área boscosa desde que asumiera su cargo, Bolsonaro únicamente contempla como medida una política de planificación familiar. Eso, e ir al baño un día de cada dos.