Ashlee Martinson vivía con su madre y su padrastro en Piehl, una pequeña localidad de Wisconsin (EEUU). En marzo de 2015 asesinó a su padrastro de dos disparos a bocajarro y apuñaló a su madre hasta matarla. Después, encerró a sus hermanas en una habitación y huyó. Fue detenida por la policía de Indiana y ahora cumple una condena de 23 años de prisión, informa FCinco.
Ashlee escribía en un blog oscuro llamado 'Nightmare' ('Pesadilla') sus tristes pensamientos, y es que estaba sumida en una profunda depresión provocada por los abusos físicos y emocionales a los que le sometía su padrastro, Thomas Ayers, de 37 años. Este hombre había sido acusado de secuestro, seducción infantil y asalto sexual a un niño de 15 años, por lo que estuvo en la cárcel pagando por sus crímenes. Las hermanas de Ashlee confirmaron que su padrastro les sometía a continuos maltratos, tanto a las jóvenes como a su madre.
Desde la cárcel, Ashlee, que ahora tiene 18 años, ha ofrecido detalles sobre el día en que mató a sus padres. Afirma que no era su intención asesinarles. Después de que Ashlee pidiera irse a vivir con una amiga y que su padrastro se lo prohibiera, además de quitarle el teléfono móvil para que no pudiera hablar con su novio de 22 años, Ashlee se encerró en su habitación con la intención de suicidarse con un rifle. Dice que cuando oyó los pasos de su padrastro acercándose a su habitación, se puso nerviosa y disparó cuando apareció por la puerta. Después vio a su madre, a la que apuñaló hasta que murió. Afirma que en ese momento sintió que "las cadenas se rompieron y por primera vez era libre".
Los psicólogos que han tratado a Ashlee confirmaron que sufría una depresión muy profunda y que después del incidente se encontraba en un estado de estrés post-traumático.
Durante la entrevista, Ashlee pidió perdón a sus hermanas por lo que había hecho, y afirmó echarlas mucho de menos.