Desgraciadamente en la vida no siempre se puede ganar, y hay cosas que se escapan al control de uno mismo. Por mucho que trabajes e intentes algo, a veces los reveses son incontrolables, y algo parecido pudimos vivir el pasado sábado en el Liverpool Arena. Con un país volcado e ilusionado con poder soñar con romper esa pared que es ganar Eurovisión en España, Blanca Paloma y su excelente equipo no solo no pudo ganar el Eurofestival, sino que tuvo que conformarse con un decimoséptimo puesto fruto de un noveno puesto del jurado (bajo acorde a los sondeos) y un último puesto del televoto (cruel e inesperado).
Sin embargo, en Eurovisión, como en la vida misma, hay veces que hay que arriesgar, muchas veces sin saber si hay agua en la piscina o no, y así lo hizo RTVE de cara a Eurovisión 2023, dando de nuevo a Europa nuestro flamenco de siempre a riesgo de no conseguir demasiada empatía europea con el tema. Bajo un trabajo intachable de Blanca Paloma junto a José Pablo Polo, el colectivo Dalia Negra y Paula Quintana junto a un grupo de bailarinas empoderadas, el escenario del Liverpool Arena vivió la que probablemente sea la mejor actuación de la historia de España en el festival, con un premio irrisorio.
Ante todo esto, la recepción a Blanca Paloma ya en nuestro país ha sido la de toda una ganadora. Llegando directa de Liverpool a la Plaza Mayor de Madrid a cantar en las Fiestas de San Isidro, al día siguiente fue el momento de reencuentro con la prensa en Prado del Rey. Reconociendo la levantina que "queda Blanca Paloma para rato", y que pronto sabremos de un disco que comenzará a trabajar en él en nada, de nuevo la mirada de la artista traía la ilusión intacta pese al revés.
Blanca Paloma asumía que "Eurovisión es algo tan grande que no puede explicarse con palabras", una experiencia que reconocía que "repetiría sin pensárselo un segundo". Dejándolo claro RTVE en palabras de María Eizaguirre que su resultado es el tercer mejor de la última década para el ente, Blanca Paloma aseveraba que "la puntuación no le afectó en absoluto", ya que Europa vio todo el trabajo sobre el escenario.
"La sociedad llevamos fatal lo de perder"
No nos vamos a engañar, la noche del sábado fue complicada. En un festival que fue el evento televisivo más visto en la televisión española en 2023, más de cinco millones de personas se quedaron en el sofá perplejos con el poco aprecio del público europeo a la propuesta española.
Sin embargo, al oír a su intérprete, ese enfado se te baja un poco. Blanca Paloma reconocía que ella se sentía "ganadora desde antes del Benidorm Fest", cuando comenzó a trabajar con su equipo. A su vez, dejaba claro que en España, lo de perder, lo llevamos muy mal. La ilicitaba remarcaba que ha sido una pretemporada donde el equipo dio lo mejor e hizo "disfrutar a la gente", considerando eso "el gran éxito, amar el camino y el resultado".
La experiencia de Blanca Paloma y su equipo es la de un trabajo artístico a primer nivel para una cita de primer nivel como Eurovisión, y ante esto, cuando te dejas absolutamente todo, poco hay que reprochar. Curiosamente, la gran duda era el porqué del resultado, y Blanca Paloma lo resolvía fácil. Contaba que incluso en Benidorm, la gente "necesitó un tiempo para que hiciera el oído", y que era francamente complicado que la gente europea que solo la oyó en la final empatizara con el tema. A su vez, recalcaba que solo había que ver como subíamos un poquito en apuestas tras cada PreParty para saber que a un solo golpe de efecto, el voto era complicado.
Con todo esto, Blanca Paloma y su equipo prometían noticias para muy pronto, con una artista que tendrá la oportunidad esta verano de girar por España y por fin encerrarse en un estudio a traer un trabajo que coloque el flamenco de raíz en el sitio que merece. Ella, tan preocupada por sus plantas durante toda la Eurovisión, hablaba de "una semillita" que solo le queda crecer. Desde luego que no la perderemos de vista.