El uso de la peseta ya nos queda algo lejos. Aunque las nuevas generaciones solo conocen el euro, lo cierto es que la gran mayoría de los españoles y españolas han utilizado ambas divisas, por lo que no es de extrañar que en muchos hogares aún se guarden monedas y billetes que harán despertar nuestra nostalgia.
A pesar de que el plazo para cambiar las setas por euros acabó el 2021, el Banco de España calcula que 1.575 millones de euros en billetes y monedas de la antigua divisa no han llegado a ser cambiados. De esa cantidad, algo más de la mitad (en concreto, 793 millones de euros) corresponden a billetes. Los otros 728 millones son monedas.
De las pesetas, hay algunas mondas y billetes que han multiplicado su valor hasta cantidades sorprendentes por su antigüedad o peculiaridad. Y es que la numismática puede ser una forma de ganar una importante suma de dinero por vender a los coleccionistas monedas o billetes que tengan un alto valor. Centrándonos en los billetes, algunos de ellos pueden llegar a cotizarse en el mercado por hasta 30.000 euros.
Los billetes de mayor valor
Hay que recordar que fue el 1 de julio de 1874 fue cuando se concedió al Banco de España la exclusividad para poder emitir los billetes en pesetas. Al mismo tiempo, habría que esperar hasta el 21 de octubre de 1940 para ver la primera emisión a cargo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Uno de los billetes que más se cotiza en el mercado notafílico es uno que data de 1874 y es conocido porque lleva el busto de Goya. Con un valor facial de 500 pesetas, cuenta con una tirada de 19.500 billetes. En función de la textura y el estado del papel, uno de estos billetes puede rondar en el mercado los 15.000 o 20.000 euros.
Otro billete que también puede llevar a los 20.000 euros es uno emitido en 1903. Fue impreso bajo el reinado de Alfonso XIII, su valor facial es de 500 pesetas y fue diseñado por Bartolomé Maura y Montaner, uno de los más importantes grabadores del momento. Este billete muestra al Dios Mercurio con casco alado sobre un globo terráqueo. A su izquierda presenta un caduceo y a la derecha, dinero. En el reverso aparecen dos mujeres alegóricas que tejen y cosechan trigo. Las firmas son las del entonces gobernador del Banco de España (José Sánchez Guerra y Martínez), interventor (Emilio Rodero de la Calle) y cajero (Luis Clemente Fabiani).
El billete de 100 pesetas de 1938, con la Dama de Elche, es otro que atesora un gran caché. Conviene recordar que el primer ejemplar fechado data del 1 de julio de 1937, en plena Guerra Civil. No llegó nunca a ponerse en circulación, y puede alcanzar un precio de entre 15.000 y 20.000 euros.
Además de piezas, los billetes que entraron en circulación el 1 de julio de 1874 con valores faciales de 25, 50, 100, 500 y 1.000 pesetas, si están en muy buenas condiciones de conservación, pueden llegar a venderse en el mercado numismático por hasta 30.000 euros. Eso sí, no son fáciles de conseguir por varias razones: fueron los primer en entrar en circulación, sólo los manejaban las entidades financieras dado su alto valor para la época y únicamente se emitieron dos millones de ejemplares de esta primera serie.
