Surachate Hakparn, más conocido como Big Joke, es el número dos de la Policía de Tailandia, y se ha encargado, entre otros, del caso de Daniel Sancho, acusado de asesinar y descuartizar al cirujano plástico, Edwin Arrieta.
El subdirector de la Policía tailandesa ha admitido haber pagado de forma recurrente a "tres o cuatro" periodistas para cubrir la información sobre los casos de los que se encargaba. Lo ha reconocido en una entrevista concedida en mitad de la investigación por un posible delito de corrupción que le implica de forma directa. El agente reconoce haber pagado cerca de 10.000 baht (unos 250 euros) a los periodistas.
"Tengo tres o cuatro periodistas que trabajan conmigo desde hace mucho tiempo", afirma. Esto deja a un lado la opción de que la supuesta corrupción se haya realizado durante la investigación del caso Daniel Sancho. El subdirector afirma que no pidió a los periodistas "hacer nada en específico", alegando que realizó estos pagos porque sabe "que los periodistas no están bien pagados".
La investigación en curso señala que hasta 30 de sus policías subordinados estén implicados en un caso que se relaciona con un supuesto soborno de 140 millones de bahts (unos 3,65 millones de euros) asociado a un grupo ilegal de apuestas en línea, algo prohibido en el país.
Un policía polémico
Este agente, además de haber sido elegido como la cara visible de la Policía durante la investigación del caso de Daniel Sancho por el asesinato de Edwin Arrieta el pasado mes de agosto, es uno de los cuatro candidatos que aspiran a ocupar el puesto de máximo jefe de la Policía Nacional.
Esta aspiración podría acabar frustrada debido a estos escándalos. El primer ministro tailandés, Srettha Thavisin, recibirá informes de la investigación contra él cada 10 días. El pasado 25 de septiembre el agente se resignaba a ver cómo su casa era registrada entre sus negaciones hacia cualquier vinculación con los hechos que se investigan.
Por ahora no hay orden de arresto contra Hakparn, pero sí contra los 30 policías subordinados implicados en el caso de un supuesto soborno por parte de un grupo conocido como Bostal y dirigido por Phongsiri Tharawongsuk, antiguo presidente del club de fútbol tailandés Lamphun Warriors. Big Joke, por su parte, ha declarado que la orden de registro policial es "inadecuada" y que ha causado daños a su "eputación".