Jesús (nombre ficticio, pues no quiere revelar su identidad), aún vive con el miedo en el cuerpo. El pasado domingo 19 de noviembre y sin mediar prácticamente palabra, un hombre decidió propinarle dos puñetazos por el simple hecho de besar a su pareja.
En declaraciones a Los Replicantes, Jesús relata todo lo sucedido: "Estaba con mi novio en el tren, cuando en un momento dado, decidimos darnos un beso. Al cabo de un buen rato, el agresor comenzó a cruzar miradas".
Su pareja, simplemente, miraba en el infinito, pero su agresor no soportaba que dos personas vivieran libremente su amor, y decidió pasar a la acción: "De repente, se levantó y comenzó a decir. '¿Qué miras tu, ¿eh?, gilipollas'". En ese momento, sin mediar mayor palabra, decidió emprenderla a puñetazos con la pareja de Jesús, Christian.
![El parte de lesiones certificó la agresión](https://www.losreplicantes.com/images/articulos/5000/5311/1.jpg)
Jesús, mientras tanto, intentó parar la paliza que el agresor estaba propinando a su pareja. De nada sirvió: "Le dije, 'eh, cálmate', y rápidamente me pegó dos puñetazos", relata aún conmocionado por todo lo sucedido.
El agresor, lejos de reflexionar y sufrir remordimientos por este hecho, continuó con normalidad: "Acto seguido de pegarnos a ambos, se volvió a sentar", como si no hubiera sucedido nada.
Aún con el susto en el cuerpo, y sin que la seguridad de Renfe tomara ningún tipo de iniciativa, Jes´us y Cristian se vieron obligados a cambiar de vagón: "Mi pareja y yo tuvimos que recogerlo todo y nos cambiamos de vagón. Empecé a llorar y mi novio llamó al 112. Recogimos todos los datos posibles del agresor, que se bajó en Sant Celoni al llegar a Martorell tras hacer un transbordo".
El papel de la Policía
![La pareja acudió a la Policía con un parte de lesiones](https://www.losreplicantes.com/images/articulos/5000/5311/2.jpg)
Después de todo ello, Jesús y su pareja acudieron al hospital con el fin de conseguir un parte de lesiones que certificara la agresión que acaban de vivir. Con todas las pruebas recabadas acudieron a denunciar a la Policía: "Nos dijeron que harían lo que podrían, pero que no prometían nada".
Los agentes continuaron advirtiéndoles: "también aseguraron que se debería de demostrar si había un delito de homofobia o no, y en base a ello, tomarían la decisión de celebrar un juicio".
La pareja también critica la seguridad de Renfe, que en ningún caso actuó para evitar esta agresión, a pesar de que los trenes cuentan con cámaras de seguridad que podrían haber registrado todo lo sucedido en directo.
Secuelas
![Jesús teme volver a coger un tren para evitar revivir todo lo sucedido](https://www.losreplicantes.com/images/articulos/5000/5311/3.jpg)
Junto con las heridas físicas, tanto Jesús como Christian continúan con el miedo en el cuerpo: "No paro de recordar la misma imagen una y otra vez, y en el tren intento no mirar a nadie".
La experiencia que ha vivido, en este caso, le ha dejado una marca evidente: "No he vuelto a subirme a un media distancia, pero si en algún momento me he de subir, creo que lo haré en coche. Aunque gaste más dinero en gasolina y peaje".
Su pareja aún recuerda una imagen que, seguramente, quieren olvidar pronto. Y es que recordemos que la agresión se ha producido, simplemente, por besarse en público. Una muestra más de la homofobia que aún reina en parte de nuestra sociedad.