Bernardo Montoya, el asesino confeso de Laura Luelmo, la joven zamorana asesinada el pasado mes de diciembre en El Campillo (Huelva), no ceja en su empeño de estar bajo el foco público. Esta vez vuelve a ser protagonista por una carta manuscrita de más de ocho páginas enviada desde la prisión a 'El programa de Ana Rosa', de Telecinco, donde vuelve a cambiar de versión, y esta es la tercera, sobre el asesinato de la profesora.
Este cambio de versión de Bernardo Montoya se produce unos días antes de acudir a declarar a los juzgados de Valverde por el asesinato de Laura Luelmo. En esta carta explica los motivos por los que nunca dijo la verdad y por qué, ahora, decide pasar al ataque y defender su inocencia, para acusar a suex pareja Josefa de la muerte de Luelmo.
El asesino confeso explica que él fue testigo del trágico suceso cuando la propia "Josefa acabó con la vida de Laura. Hasta ahí puedo contar para no hacer daño a su familia", a lo que añade que él no es el asesino de la profesora, que solo lo ocultó "por amor a Josefa", explica en la carta Bernardo Montoya. Una tercera versión que la policía no termina de creer dando más veracidad a la primera.
"Lo oculté por amor"
"No hubo violación a Laura, y cuando los forenses confirmen el diagnóstico... lo determinará", asegura Montoya, insistiendo que Josefa fue la queacabó con la vida de Laura Luelmo por un ataque de celos y que él lo presenció. Además, recalca que esto lo ocultó "por amor a Josefa", pero que finalmente decidió que no se iba a "comer este marrón por ella", escribe en la carta enviada a 'El programa de Ana Rosa'.
Montoya explica que conoció a Josefa en prisión y que, después, mantuvieron una larga relación de ocho años. "Durante ese tiempo yo le mandaba la mitad de mi nómina", explica Bernardo Montoya. Sin embargo, su relación se truncó con su regreso a prisión. Después conoció a Pilar una "maravillosa mujer" a la que "mantenía en todos los sentidos", según escribe el asesino confeso de Laura Luelmo en un intento de blanquear su imagen.