El Papa emérito, Benedicto XVI, ha reaparecido para afirmar que el matrimonio entre personas del mismo sexo es "una deformación de la conciencia" y ha lamentado que este derecho haya "penetrado profundamente en sectores de personas católicas".
"Con la legalización del matrimonio del mismo sexo en 16 países europeos, el asunto del matrimonio y la familia ha tomado una nueva dimensión que no puede ignorarse", ha valorado el Papa emérito en el libro 'La verdadera Europa: Identidad y misión', cuyo prólogo ha escrito el Papa Francisco.
Benedicto XVI ha manifestado en su introducción que el concepto de "matrimonio del mismo sexo" es "una contradicción con todas las culturas de la humanidad que han seguido hasta ahora y esto significa una revolución cultural que es opuesta a toda la tradición de la humanidad hasta hoy".
No es la primera vez que el Papa emérito realiza este tipo de declaraciones. Por ejemplo, en mayo de 2020 realizó una entrevista que cierra una biografía de más de mil páginas escrita por el periodista Peter Seewald donde llamó al matrimonio igualitario como "el credo del anticristo" que implica un castigo social a quien no lo apoya: "Hace cien años a todo el mundo le hubiera parecido absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy todo el que se oponga a él queda excomulgado socialmente".
El Papa Francisco apoya su "gran valentía" en el prólogo
El Papa Franscico ha elogiado la "gran valentía" del Papa emérito por denunciar que en Europa "se pierde respeto a la vida" derivada de la pérdida de la "conciencia de su carácter sagrado" ante el oscurecimiento de la conciencia" de que las personas "son criaturas de Dios".
"A lo largo de los años, Benedicto XVI no ha tenido temor a denunciar con gran valentía y clarividencia las múltiples manifestaciones de esta dramática renuncia a la idea de creación hasta las actuales y últimas consecuencias, descritas de forma absolutamente clara y convincente", señala el Pontífice en el prólogo del libro.
Durante su vuelo de regreso a Bratislava (Eslovaquia) a Roma, el Papa aseguró que las uniones civiles homosexuales "buscan ayudar a tanta gente con una orientación sexual distinta, y es importante que se les ayude, pero sin dar algo que, por su naturaleza, la Iglesia no da".
