La orina. Ese líquido asqueroso que todos desperdiciamos cuando vamos al baño, lo depositamos en el WC y tiramos de la cadena del váter. Pero... ¿estamos desperdiciando un líquido que vale oro? ¿estamos perjudicando nuestra salud al no bebernos tan repugnante manjar?
Todos hemos oído el típico remedio que nos recomienda esparcir orina encima de una picadura de medusa. Hasta aquí todo normal. Pero lo más "trambóliko" llega con lo que propone una de las técnicas de la medicina alternativa, la orinoterapia: es decir, beberte el mismo pis que acabas de expulsar.
Lo has oído bien. Hay gente que se bebe su propio meado para sentirse sana, como si de un té verde se tratase. La técnica, evidentemente, cuenta con sus defensores y detractores, pero lo más seguro es que nadie va a mostrarse indiferente con la propuesta.
La orina, ese oro líquido
Sus defensores atribuyen múltiples propiedades medicinales al pis, aunque ninguna de ellas cuenta con evidencia científica que lo sustente. Así todo lo que leas a partir de ahora deberías de hacerlo con cierta cautela.
Al parecer, si nos dedicamos a mear en un vaso y bebérnoslo, podríamos adquirir varios anticuerpos como el Interoikin Renina o Protasglandina, materiales importantes para combatir las infecciones o tumores malignos.
Además, en 1992 el Instituto de Química del Hayashíbara, en Japón, descubrió la presencia de interferón en la orina, una sustancia activa con gran capacidad reparadora en el organismo. Algo similar hallaron un grupo de científicos de Harvard, que aseguraron que la orina contiene la hormona SPU, producida durante los ciclos de sueño y con propiedaddes analgésicas y bactericidas. Además, algunos de los defensores también le atribuyen capacidad para luchar contra el reumatismo, enfermedades crónicas, cáncer, diabetes y otras enfermedades.
Los defensores llegan a asegurar que el pis puede suministrarse tanto a niños, como a ancianos o a mujeres embarazadas y que se constituye como un recurso inagotable, por lo que siempre podemos contar con él.
Además, afirman en todo momento que es segura, que no entraña ningún tipo de riesgo y que tiene una rápida efectividad. Sin embargo, habrá más de una persona que se plantee, al menos, si beberse su propia orina pueda tener algún tipo de riesgo higiénico o sanitario.
En cuanto a la cantidad recomendada, se asegura que con medio litro de la primera meada fresca de la mañana puede ser suficiente, si lo que quieres es conservar tu salud diaria. Y, si te da un poquito de asco, puedes mezclarla con infusión de plantas, miel de abejas o limón. Si tienes dolencias crónicas, eso sí, deberás de aumentar la dosis al litro diario, y con enfermedades muy graves hay que beber un mínimo de dos litros por jornada. Eso sí, recuérdalo, no hay ningún tipo de evidencia científica que sustente todos estos datos, por lo que no tienen validez científica alguna.
Sin embargo, hay que tener en cuenta una cosa: la orina filtra elementos nocivos del cuerpo. Por ejemplo, si estamos tomado medicamentos o nuestro cuerpo se encuentra aquejado por toxinas de carácter ambiental que intenta eliminar por la orina, beberla no ayudará en ningún caso a que mejore nuestro estado de salud. Por ello, también hay que tener cuidado con las condiciones en las que se encuentra nuestro organismo.
Fallece tras una inyección de orina
La orinoterapia, como en todos los casos, ha de tomarse con precaución. Si no, puede suceder que ocurrió en Bolivia en 2009. En dicha ocasión, una mujer llamada Gabriela Ascarrunz se encontraba hospitalizada por una infección abdominal. La mujer necesitaba una operación, pero contaba con dos problemas: era anémica y diabética, dos condiciones que le predisponían de manera especial a padecer fuertes infecciones postquirúrgicas.
Alertada por la situación, su amiga Mónica Schütt no tuvo mejor idea que orinar en un vaso, coger una jeringuilla, rellenarla de su propio pis e inyectarlo en la bolsa de suero de la paciente.
Según Schütt, todo iba encaminado a que su amiga se beneficiase de la orinoterapia y pudiese salvar su vida ante las complicaciones que presentaba la operación. Sin embargo, su resultado fue contrario al esperado.
El padre rápidamente se percató y pidió a los médicos del hospital que cambiasen el suero. Sin embargo, Gabriela había comenzado a tener una infección generalizada en todo el cuerpo, puesto que el pis se contamina muy fácilmente fuera del cuerpo si no se almacena en depósitos esterilizados.
La infección fue tan grande, que la paciente falleció a los pocos días. Por su parte, Mónica Schütt huyó a Estados Unidos, desde donde intentó que la defendiese un abogado. Pero nada se pudo hacer. Ahora se encuentra prófuga de la Justicia.
Por todo ello, a pesar de que se asegure que la orinoterapia mantiene múltiples beneficios, hay que tener especial cuidado con las vías de administración y tener en cuenta que no hay evidencias científicas que apoyen a estas teorías.