Un bebé fallece tras electrocutarse con un teléfono conectado a la toma de corriente. Al parecer la madre de la pequeña estaba durmiendo y la menor comenzó a jugar con el dispositivo.
Este horrible suceso ha tenido lugar en Aktau, Kazajstán, donde los medios locales se han hecho eco de la noticia gracias a la publicación en las redes sociales de una enfermera del hospital al que acudió la madre de la menor. La profesional decidió colgar unas fotografías de las quemaduras del bebé en la red para concienciar a los padres del peligro de dejar a los pequeños jugar con los móviles mientras cargan.
Según informa The Mirror, la madre de la pequeña acudió al hospital con el cuerpo de su hija envuelto en una manta. Informó a los servicios sanitarios de que dejó al bebé jugar con su teléfono mientras ella dormía. Según declaró, despertó porque notó que su hija no hacía ningún ruido y cuando fue a por su pequeña reparó en la terrible escena.
Los servicios de urgencia no pudieron hacer nada por la vida del bebé, que presentaba graves quemaduras en el brazo y en la mano. Se cree que la menor comenzó a morder el cable del cargador hasta pelarlo por completo. Después de eso sucedió el terrible episodio.
No se ha revelado si la policía o los servicios sociales tomarán parte en el asunto.
Muertes fatídicas
El mismo diario informa también de la tragedia de una menor, de 14 años de edad, en Moscú, que falleció electrocutada por manipular su móvil mientras se estaba cargando. Según informa The Mirror, la menor falleció cuando, al conectar su teléfono a un enchufe, este cayó dentro de la bañera.
En Kuala Lumpur se registraba un caso similar. Una joven fallecía al hablar por su teléfono mientras este estaba cargando. Esta vez era el diario local Kosmo, quien informaba de la tragedia.
Aunque son casos aislados, ya son varias personas las que han sufrido quemaduras o amputaciones a causa de sus smarthphones, por lo que se pide precaución por parte de los usuarios, sobre todo de los padres, que no reparan en el peligro de dejar que sus pequeños manipulen teléfonos, tablets u ordenadores sin supervisión.
