Albert Rivera y Beatriz Tajuelo llevaron su relación durante más de cuatro años en la más estricta intimidad. Ella, que le presentó a Malú cuando el exlíder de Ciudadanos era simplemente un seguidor de la cantante, ha adquirido cierta relevancia por el modo drástico en el que la relación se rompió entre ambos.
Desde entonces, cada uno ha seguido su camino por separado, además de intentar mantener en un segundo plano todos los aspectos relacionados con su vida privada y el motivo de su ruptura.
"Prefiero ni comentarlo. Él hace su vida y yo la mía", respondió recientemente ante los medios cuando le preguntaron si mantenía algún contacto con Rivera y si quería hablar sobre el embarazo de Malú.
Ahora, cuando Malú ha dado a luz a su primera hija con Albert Rivera, Daniela, Beatriz Tajuelo ha reaparecido con una publicación de Instagram donde ha hecho mención al nacimiento de la pequeña, aunque de una manera velada.
"Siempre me he alegrado y alegraré por la felicidad de los demás. Siempre he celebrado y celebraré la vida. Solo pido que respeten la mía, mi vida, mi felicidad y mi tranquilidad", comienza escribiendo.
Y, entonces, aprovecha para cargar contra los medios que se han hecho eco de la relación entre ambos: "Hoy algunos medios de comunicación han querido malmeter, pero yo nunca he entrado, ni voy a entrar en ese juego. Gracias por todos los mensajes que he recibido de apoyo y cariño y por afear lo que algunos medios han comentado queriendo enfrentar...".
"Yo estoy tranquila, cada cual que viva su vida, ¡menos crispación es lo que hace falta!"
Tras esta reflexión, Beatriz Tajuelo continua con su escrito en Instagram, precisamente una de las redes sociales que maneja con mayor frecuencia y a través de las cuales ha conseguido convertirse en una auténtica influencer con toda una legión de seguidores.
"Yo estoy tranquila, rodeada de mi familia y amigos y con muchos proyectos y un ilusionante trabajo por delante. Que cada cual viva su vida, que cada cual busque y encuentre su felicidad y, así, tod@s viviremos en un mundo mejor. ¡Más empatía y menos crispación es lo que nos hace falta!", reivindica, en una de las etapas de mayor crispación en el mundo de la política.