Greta Thunberg tiene 16 años y es una de las activistas medioambientales más conocidas. La joven sueca se ha convertido en una de las personas más mediáticas tras la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Cambio Climático de 2018 y sus contundentes discursos y declaraciones a líderes y asambleas políticas, en las que demanda la acción inmediata para combatir la crisis climática en la que estamos sumidos.
Sin embargo, Greta no es la única de la familia que ha decidido alzar su voz para algo: Beata, su hermana menor, ha seguido los pasos de su madre en la música y ha decidido utilizarla para denunciar el acoso escolar. Además, se ha declarado feminista y se ha manifestado junto a su hermana por la emergencia climática.
Ser la hermana de Greta Thunberg tiene sus ventajas y también sus inconvenientes, ya que Beata consigue ocupar titulares y generar interés por sí misma, pero se encuentra en el punto de mira. Beata, que utiliza el apellido de su madre en su nombre artístico, ha estrenado su single 'Bara Du Vill' en la televisión sueca, una canción antiacoso con la que la cantante ha conseguido ser la cara promocional de libros como 'Manual para superhéroes', que pretende apoyar a los niños que sufren bullying.
Beata, víctima del acoso
Ernman canta a lo que sufre, y es que es una de las víctimas del acoso que rodea y envuelve a su familia. Es la cara B del reconocimiento a su hermana, que se ha convertido en un icono del activismo climático, mostrando la determinación de una generación dispuesta a plantar cara a los líderes y defender sus derechos, a la que continuamente se la desacredita por su edad y de la que incluso se mofan personalidades como Donald Trump.
Greta Thunberg no dudó en exponer en Dagens Nyheter, diario sueco, el acoso que sufren tanto ella como su familia a raíz de su exposición en los medios. "La que más sufre es mi hermana. Tiene 13 años y tiene que soportar el acoso sistemático y el odio. La gente que me escribe estos comentarios y me amenaza, se lo hace también a toda mi familia, ella incluida. La diferencia es que ellos están siempre en casa y yo estoy siempre viajando, sin acceso".
Además, Greta recalcó que ella, a pesar de tener detractores, también tiene admiradores que le dejan mensajes de apoyo o que la reciben en sus viajes, pero su hermana "no tiene ningún tipo de apoyo". Declara que la mejor manera de ayudarla es "apoyando" a su hermana. "No porque sea mi hermana, sino porque es una persona maravillosa y fuerte".
Las condiciones de las Thunberg
'Nuestra casa está ardiendo' es un libro autobiográfico de Malena Ernman, en coautoría con su marido, Svante Thunberg, y sus hijas. En él cuentan cómo la depresión de Greta respecto a la emergencia climática y su determinación por el activismo provocó que toda la familia se comprometiera con la causa, cambiando radicalmente sus formas de vida. Pasaron a tener una alimentación vegana, a dejar de coger aviones y a utilizar el coche eléctrico. Sin embargo, relata que lo más difícil no fue este proceso, sino descubrir qué era lo que realmente le pasaba a Greta.
La joven activista fue diagnosticada con Asperger, TOC y mutismo selectivo a los 10 años, mientras que Beata, a los 12, fue diagnosticada con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) con rasgos de Asperger, TOC y TOD (Trastorno de Oposición Desafiante), que desencadena en ella episodios de ira. En el libro, Malena no solo habla de Beata refiriéndose al acoso, sino que también añade que una de las cosas que más mueven a su hija pequeña es el feminismo.
Beata, ahora, se presenta en su Instagram como una amante de la música, del baile y de los "abrazos cálidos". Un perfil como otro cualquiera, pero en el que cuenta con más de 14.000 seguidores. Beata ha conseguido aprovechar su situación para disfrutar con lo que hace y, a la vez, lanzar un mensaje importante sobre el bullying.